Joven Cada Día
Hace muchos años atrás, durante la revuelta de la Plaza de Tiananmen de 1989, en la República Popular China, una escena captada por una Nikon y un lente de 300 milímetros desde un balcón a unos 200 metros fue eje de una gran noticia entre los soldados y su nación.
Un hombre, de quien se desconoce a ciencia cierta su identidad, se paró frente a los tanques de guerra que pretendían entrar a territorio de la plaza de Tiananmen que lleva a la Ciudad Prohibida en Pekín, un día después de que el gobierno chino empezase a reprimir violentamente las protestas democráticas.
Este hombre, a quien apodaron “Rebelde Desconocido” hizo algo que muchas personas nunca olvidarán; un acto de valentía y autoridad. Su nombre…en realidad no es muy importante; su acción, sí.
Hace algún tiempo ayudé a un amigo que tenía una necesidad. Luego, cuando le agradecí por un gran favor que hizo por mí, su respuesta fue: Alguna vez, alguien me ayudó también.
Sonreí en silencio durante varios segundos y pensé en lo grandioso que es hacer algo bueno por alguien.
Paulo Coelho dijo que las personas podrán olvidar lo que alguna vez le dijimos, pero nunca olvidarán aquello que le hicimos sentir.
¿Has pensado alguna vez cuán valiosa puede ser tu ayuda para alguien?
¿Imaginas todo lo que una persona puede sentir al recibir tu ayuda?
Jesús dijo que el amor que tengamos unos con otros será la prueba ante el mundo de que somos sus discípulos (Juan 13:35 NTV). El servicio es una de las mejores formas de manifestar este amor.
Cuando haces algo bueno por alguien, sobretodo algo que conlleva esfuerzo y tiempo, le estás dando un mensaje a esa persona de que es importante y vale lo suficiente como para que tomes de tu tiempo para hacer algo por él o ella.
Sin embargo, muchas veces no recibimos la recompensa inmediata de nuestra buena acción. Muchas veces hacemos esfuerzos extra humanos por ayudar o servir a alguien más y no recibimos ni tan siquiera un “gracias” como respuesta. Que eso no nos detenga.
Incluso, puede que nuestras buenas acciones sean simplemente semillas que sembramos en el corazón de la gente. Estas semillas no crecerán en el tiempo que estimamos. Tal vez no veamos resultados al momento. Quizás el silencio nos desaliente. Sin embargo, una acción, como la de este hombre desconocido será recordada para siempre…aunque no sepamos ni su nombre.
La recompensa de nuestra acción tal vez no llegue en el empaque que esperamos, ni el camino que imaginamos…pero ha de llegar.
Tu nombre no es lo primordial, tu acción te representa a ti.
Tú representas a tu creador.
Piensa.
“Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos. Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos el bien a todos…”
Gálatas 6:9 NTV
@ErikaMichael12
¡Nuestra misión eres tú!
© 2013, Joven Cada Día
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