5 de agosto de 2016

¡Anda! Te toca hablar en público

como hablar en publico

Julio Román // Buenas Nuevas
@julitoroman

Todos hemos tenido que hablar en público. Si aun no te ha tocado, te aseguro que, en algún momento, te tocará hacerlo. Puede que sea a un grupo grande de personas, o solo unas pocas. Quizás será dar un testimonio o presentar una idea. La verdad ineludible es que todos tendremos que hablarle a un grupo de personas, en algún momento de nuestras vidas.


Es por eso que, en esta ocasión, quiero darte varias recomendaciones acerca de hablar en público.

Haz contacto visual con cada persona de la audiencia.

Al hablar en público, uno de tus objetivos debe ser que cada persona en la audiencia sienta que tú le hablaste directamente a él o ella. Es por eso que a lo largo de tu mensaje debes tratar de mirar a los ojos a la mayor cantidad de personas posible.

Mientras miras a una persona en particular haz lo posible por comunicarle un pensamiento completo antes de cambiar tu mirada a otra persona.

Está consciente de la velocidad de tus palabras.

En muchas ocasiones hablamos demasiado rápido, y como resultado la audiencia no entiende lo que estamos tratando de comunicarles. Toma el tiempo necesario para pensar lo que vas a decir, luego habla pausadamente. Sin embargo, varía la velocidad de tus palabras. Si siempre hablamos en la misma velocidad, ya sea pausada o rápidamente, la audiencia se va a aburrir o perderá su enfoque.

A lo largo de tu mensaje, cambia de velocidad al hablar. Cuando quieras levantar la emoción o motivar, habla rápido y en un volumen alto. Cuando quieres capturar la atención y crear expectativa puedes hablar pausadamente y en un volume más bajo.

Controla tu lenguaje corporal.

Asegúrate que tu lenguaje corporal y tus gestos sean naturales. No te quedes parado todo el tiempo, pero tampoco te muevas demasiado. Haz que tus movimientos estén intencionalmente conectados con tus palabras. Es decir, muévete por un propósito particular.

De igual manera, presta atención a tus expresiones faciales, el movimiento de tus manos, el movimiento de tu cuerpo, etc. Asegúrate que tu lenguaje corporal complemente tus palabras.

Comparte solo la información pertinente.

No le compartas información a la audiencia que no necesita conocer. Por ejemplo, si estás nervioso, no tienes porqué decir, “Estoy nervioso” o “Perdonen, pero esta la primera vez que hablo por un micrófono”. Decir esas palabras no contribuye con tu mensaje; al contrario lo afecta.

Normalmente decimos ese tipo de cosas para ganarnos la simpatía de la audiencia. Sin embargo, decirlo te hace ver como una persona insegura de ti misma y como resultado disminuye el nivel de confianza que la audiencia tiene en tus palabras. Como consecuencia, tu mensaje pierde efectividad.

Todos- o por lo menos la mayoría de nosotros- nos sentimos nerviosos cuando vamos a hablar en público. Eso no tiene nada de malo. Simplemente, toma aire y habla confiadamente.

hablando de cine









Nos vemos la próxima semana,
///Julito


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