Joan Martínez// BUENAS NUEVAS
@ShineBIO
¿Con cuánta frecuencia examinas tu autoestima? ¿Sabes las señales que te indican si hay algo que anda mal? De un tiempo para acá ha sido un tema muy hablado y evaluado por muchos. No solo en jóvenes sino en hombres, mujeres y niños se ha visto un aumento significativo con situaciones en la autoestima.@ShineBIO
Todos hemos sido tocados en algún punto en nuestro ser interior donde la autoestima ha sido tras tocada, marcada de alguna forma, a veces situaciones de rechazo desde el vientre, por amigos, padres o algún tipo de relación. La autoestima es frágil si no es atendida y cuidada, fortalecida con herramientas para sobrellevar las situaciones de toda una vida o de nuestro diario vivir.
El día a día con una autoestima dañada es doloroso y confuso. Hablo más bien de mi experiencia, de vivir por mucho tiempo con una autoestima baja, y lo peor de todo, sin saberlo. Tomando malas decisiones, una tras la otra. Sin darme cuenta que la base en donde juzgaba mis decisiones estaba débil, susceptible a cualquier voz y opinión, sin protección y al descubierto. Porque no podía cuidar mis emociones, realmente no sabía cómo. Pensaba que todo era normal, que todo lo que sentía era parte de “vivir la vida” cuando realmente no era así.
Comparto esto porque todos debemos preguntarnos, examinarnos y sobre todo consultar con alguien que nos pueda escuchar y aceptar si notamos que algo no anda bien. Debemos entender que la baja autoestima tiene muchas caras y usualmente viene acompañada de mucha tristeza y sensibilidad en nuestras emociones. Esto no se trata de establecer lo que es lo normal o no, pero más bien es saber evaluar nuestras decisiones, usualmente estas nos dan una señal de que algo no anda bien. Ahí es donde comenzamos.
Así que hoy quiero darles el Consejo #1 que es preguntarnos:
¿En qué baso mis decisiones?
¿Cómo me afectan estas decisiones a mis emociones? Algo que me ayudó mucho fue hacer una lista de las cosas en mi pasado, que según mi conocimiento, me habían hecho daño o marcado de una forma u otra. Escribí las cosas que desde niña fueron muy difíciles para mí. Así descubrí que la ausencia de mi padre y ese sentimiento de abandono que sentía de su parte tomaban una gran parte en la baja autoestima que tenía. Entonces todo comenzó a relucir. Era como una telaraña donde todo se conectaba y podía ver como una cosa llevaba a la otra y afectaba mi forma de pensar. Esta lista comenzó a ser como un diario para mí. Cada vez que recordaba algo lo anotaba. Me hacía preguntas de cómo esos sentimientos afectaban otras áreas, esto fue el comienzo hacia alcanzar la sanidad y una autoestima saludable.
Es importante hablar, pero sobre todo con las personas indicadas. Personas que sumen conocimiento y no que resten el deseo de mejorar y superar la baja autoestima. Toma el rumbo firme hacia una autoestima saludable y comienza hoy a verte como Dios te ve, y al valor del precio que Su Hijo pagó por ti en la cruz.
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