¿Se imagina renunciar a su empleo y dejar todas sus posesiones para hacer un viaje misionero recorriendo once países en once meses? Pues esto es una realidad y se le conoce como “La Carrera Mundial”.
“En las culturas a las cuales vamos, a la gente no le importa cómo te ves o cómo hueles. Les importa el mensaje que compartes”, dice la joven misionera, Emily Wright.
Wright, de 28 años, dejó su trabajo, su apartamento y su familia para entrar en la Carrera Mundial. En los siguientes once meses, Emily visitará once países, 30 días en cada uno.
“Me emociona ser parte de algo más grande que yo”, expresa Wright.
Su aventura empieza ayudando huérfanos en Mozambique,de allí a Swazilandia, Sudáfrica, India, Nepal, Tailandia, Camboya, Vietnam, Malasia, Moldavia para terminar en Rumania.
La carrera mundial, ya en su séptimo año, establece contactos en cada país para que Emily y su equipo trabajen con iglesias y ministerios locales de la región.
Wright, comenta que “los ministerios varían desde escuelas bíblicas de verano y trabajo en orfanatos, hasta ministerio a mujeres y niños que han sido traficados, especialmente en el sureste de Asia”.
El grupo de Emily es parte de un equipo más grande de unos 50 miembros, a quienes se les pidió “viajar ligero”. “Tendré una sola mochila para los once meses. Llevaré una carpa porque a veces tendremos alojamiento y a veces no”, comenta.
- ¿No te molesta no poder ducharte durante una semana?-
- “Yo soy una chica que puede aguantar eso. En el entrenamiento tuvimos que ensayar eso, vivimos en el bosque una semana, un grupo de 50 personas, uniéndonos”.
Hace varios años, el fundador de La Carrera Mundial, Seth Barnes, tuvo la idea de dar a los jóvenes una alternativa a la rutina de la jornada laboral.
“Los desafiamos a hacer un viaje tipo Lucas 10, en el que no llevan casi nada pero saben que tienen toda autoridad espiritual y les instamos a orar por las necesidades locales y ver lo que Dios hace, y siempre los cambia, al depender totalmente de Dios, Él se manifiesta con poder”, asegura.
Barnes dice que miles de jóvenes quieren ingresar cada año porque buscan algo más. “Al dejar todas las cosas que nos definen y permitir que Dios nos abra sus posibilidades, en todas las culturas, encuentran que hay más en la vida. .. Que ese anhelo interior tiene una respuesta”, indica.
Una cosa que Emily y su equipo han descubierto es que el trabajo misionero puede ser difícil y que la guerra espiritual es real. Emily compartió el siguiente blog desde Mozambique:
“La luz brilla en la oscuridad y la oscuridad no la puede vencer. En el ministerio veo niños muriendo en el hospital y no tienen nada. Ni sabanas, ni comida, ni doctores, ni toallas para limpiar la suciedad. Es muy fácil solo ver la desesperación y la oscuridad. Pero la verdad es que Dios tiene autoridad sobre toda situación. Él es fiel. Él es bueno. Y él es nuestro Sanador. Al fin y al cabo, Él ha vencido la enfermedad y la muerte”.
Para ser parte de La Carrera Mundial, los aspirantes sólo debe tener entre 21 y 35 años y tener un corazón para las misiones y las aventuras. Cuesta unos 15 mil dólares el viaje completo, pero no debe tenerlo todo antes de salir.
Emily dice que aunque la experiencia es a veces difícil, su misión es siempre la misma, mostrar el amor de Dios.
“De cualquier manera que sea, darles zapatos, llevarlos a pasear, Jesús nos mandó a sanar a los enfermos, echar los demonios y levantar a los muertos, así que se espera que tengas esa clase de fe”, dice Wright.
BUENAS NUEVAS es una publicación enfocada en presentar las buenas noticias en Puerto Rico, y el extranjero. Además de equipar al pueblo con su verdadera identidad eterna. Si desea compartirnos lo que harán en su comunidad o iglesia, tiene alguna petición etc. escríbanos a redaccion@buenasnuevaspr.com. Le invitamos a que nos comparta sus comentarios.
Wright, de 28 años, dejó su trabajo, su apartamento y su familia para entrar en la Carrera Mundial. En los siguientes once meses, Emily visitará once países, 30 días en cada uno.
“Me emociona ser parte de algo más grande que yo”, expresa Wright.
Su aventura empieza ayudando huérfanos en Mozambique,de allí a Swazilandia, Sudáfrica, India, Nepal, Tailandia, Camboya, Vietnam, Malasia, Moldavia para terminar en Rumania.
La carrera mundial, ya en su séptimo año, establece contactos en cada país para que Emily y su equipo trabajen con iglesias y ministerios locales de la región.
Wright, comenta que “los ministerios varían desde escuelas bíblicas de verano y trabajo en orfanatos, hasta ministerio a mujeres y niños que han sido traficados, especialmente en el sureste de Asia”.
El grupo de Emily es parte de un equipo más grande de unos 50 miembros, a quienes se les pidió “viajar ligero”. “Tendré una sola mochila para los once meses. Llevaré una carpa porque a veces tendremos alojamiento y a veces no”, comenta.
- ¿No te molesta no poder ducharte durante una semana?-
- “Yo soy una chica que puede aguantar eso. En el entrenamiento tuvimos que ensayar eso, vivimos en el bosque una semana, un grupo de 50 personas, uniéndonos”.
Hace varios años, el fundador de La Carrera Mundial, Seth Barnes, tuvo la idea de dar a los jóvenes una alternativa a la rutina de la jornada laboral.
“Los desafiamos a hacer un viaje tipo Lucas 10, en el que no llevan casi nada pero saben que tienen toda autoridad espiritual y les instamos a orar por las necesidades locales y ver lo que Dios hace, y siempre los cambia, al depender totalmente de Dios, Él se manifiesta con poder”, asegura.
Barnes dice que miles de jóvenes quieren ingresar cada año porque buscan algo más. “Al dejar todas las cosas que nos definen y permitir que Dios nos abra sus posibilidades, en todas las culturas, encuentran que hay más en la vida. .. Que ese anhelo interior tiene una respuesta”, indica.
Una cosa que Emily y su equipo han descubierto es que el trabajo misionero puede ser difícil y que la guerra espiritual es real. Emily compartió el siguiente blog desde Mozambique:
“La luz brilla en la oscuridad y la oscuridad no la puede vencer. En el ministerio veo niños muriendo en el hospital y no tienen nada. Ni sabanas, ni comida, ni doctores, ni toallas para limpiar la suciedad. Es muy fácil solo ver la desesperación y la oscuridad. Pero la verdad es que Dios tiene autoridad sobre toda situación. Él es fiel. Él es bueno. Y él es nuestro Sanador. Al fin y al cabo, Él ha vencido la enfermedad y la muerte”.
Para ser parte de La Carrera Mundial, los aspirantes sólo debe tener entre 21 y 35 años y tener un corazón para las misiones y las aventuras. Cuesta unos 15 mil dólares el viaje completo, pero no debe tenerlo todo antes de salir.
Emily dice que aunque la experiencia es a veces difícil, su misión es siempre la misma, mostrar el amor de Dios.
“De cualquier manera que sea, darles zapatos, llevarlos a pasear, Jesús nos mandó a sanar a los enfermos, echar los demonios y levantar a los muertos, así que se espera que tengas esa clase de fe”, dice Wright.
BUENAS NUEVAS es una publicación enfocada en presentar las buenas noticias en Puerto Rico, y el extranjero. Además de equipar al pueblo con su verdadera identidad eterna. Si desea compartirnos lo que harán en su comunidad o iglesia, tiene alguna petición etc. escríbanos a redaccion@buenasnuevaspr.com. Le invitamos a que nos comparta sus comentarios.