Redacción // Buenas Nuevas
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La fe en Jesucristo y los valores para la vida del ser humano que de ella se desprenden, están siendo cuestionados y atacados en la actualidad. No solamente por parte de ciertos fanatismos religiosos, como el procedente de algunos grupos extremistas islámicos, sino también por otro tipo de fanatismo antirreligioso, el de unos intelectuales anglo-americanos que se hacen llamar: Los Cuatro Jinetes. Me refiero a Richard Dawkins, Sam Harris, Christopher Hitchens y Daniel Dennet. No son los únicos pero sí los más vehementes y significativos.
Durante las últimas décadas, estos militantes del ateísmo radical han venido produciendo montones de best-sellers y DVDs con el único propósito de acometer contra la religión y, en particular, contra la visión cristiana de la vida. Algunos de sus títulos más característicos traducidos al español son: El espejismo de Dios (R. Dawkins); El fin de la fe (S. Harris); Dios no es bueno: alegato (C. Hitchens) y Rompiendo el conjuro (D. Dennet). Es curioso, pero del gran número de libros escritos por creyentes que responden a estas obras ateas en inglés, sólo un pequeñísimo porcentaje ha sido publicado también en nuestro idioma. ¿Hay motivos para la preocupación?
En mi opinión, no y sí. Me explico. Si hacemos caso a los especialistas, sobre todo, a los filósofos y teólogos de prestigio, toda la propaganda que realizan estos predicadores del ateísmo se apoya en unos argumentos sumamente endebles. Desde semejante perspectiva, no habría por qué preocuparse ya que las razones que ofrecen, hace ya bastante tiempo que fueron bien replicadas y superadas por el pensamiento filosófico-teológico. Además, parece que la virulencia con que arremeten contra la religión avergüenza incluso a los propios pensadores ateos tradicionales. Esto contribuye a que no gocen de la aprobación del gran público sino solamente de un sector previamente sensibilizado.
No obstante, como la cultura contemporánea valora más la cantidad que la calidad, pienso que sí hay motivos para la preocupación. Muchas de estas publicaciones ateas han hecho que algunos creyentes, jóvenes y no tan jóvenes, pierdan su fe. Al sobrestimar la insistencia y la elocuencia de algunos de estos paladines del nuevo ateísmo por encima de la veracidad y la lógica de sus proposiciones, un cierto sector de la población actual sucumbe a los cantos de sirena del cientifismo descreído. Sobre todo los jóvenes universitarios. Y esto, sí me parece preocupante. Creo que en estos momentos todo esfuerzo argumentativo por parte de los creyentes, en defensa de la fe cristiana, resulta absolutamente necesario para paliar la situación que se está viviendo en el mundo universitario de Occidente. Hoy, como siempre, estamos obligados a seguir realizando una apologética de calidad que sea capaz de contrarrestar la perniciosa visión del mundo que se desprende del ateísmo. He querido contribuir a esta causa con el grano de arena de mi libro: “Nuevo ateísmo” (Clie, 2015).
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La fe en Jesucristo y los valores para la vida del ser humano que de ella se desprenden, están siendo cuestionados y atacados en la actualidad. No solamente por parte de ciertos fanatismos religiosos, como el procedente de algunos grupos extremistas islámicos, sino también por otro tipo de fanatismo antirreligioso, el de unos intelectuales anglo-americanos que se hacen llamar: Los Cuatro Jinetes. Me refiero a Richard Dawkins, Sam Harris, Christopher Hitchens y Daniel Dennet. No son los únicos pero sí los más vehementes y significativos.
Durante las últimas décadas, estos militantes del ateísmo radical han venido produciendo montones de best-sellers y DVDs con el único propósito de acometer contra la religión y, en particular, contra la visión cristiana de la vida. Algunos de sus títulos más característicos traducidos al español son: El espejismo de Dios (R. Dawkins); El fin de la fe (S. Harris); Dios no es bueno: alegato (C. Hitchens) y Rompiendo el conjuro (D. Dennet). Es curioso, pero del gran número de libros escritos por creyentes que responden a estas obras ateas en inglés, sólo un pequeñísimo porcentaje ha sido publicado también en nuestro idioma. ¿Hay motivos para la preocupación?
En mi opinión, no y sí. Me explico. Si hacemos caso a los especialistas, sobre todo, a los filósofos y teólogos de prestigio, toda la propaganda que realizan estos predicadores del ateísmo se apoya en unos argumentos sumamente endebles. Desde semejante perspectiva, no habría por qué preocuparse ya que las razones que ofrecen, hace ya bastante tiempo que fueron bien replicadas y superadas por el pensamiento filosófico-teológico. Además, parece que la virulencia con que arremeten contra la religión avergüenza incluso a los propios pensadores ateos tradicionales. Esto contribuye a que no gocen de la aprobación del gran público sino solamente de un sector previamente sensibilizado.
No obstante, como la cultura contemporánea valora más la cantidad que la calidad, pienso que sí hay motivos para la preocupación. Muchas de estas publicaciones ateas han hecho que algunos creyentes, jóvenes y no tan jóvenes, pierdan su fe. Al sobrestimar la insistencia y la elocuencia de algunos de estos paladines del nuevo ateísmo por encima de la veracidad y la lógica de sus proposiciones, un cierto sector de la población actual sucumbe a los cantos de sirena del cientifismo descreído. Sobre todo los jóvenes universitarios. Y esto, sí me parece preocupante. Creo que en estos momentos todo esfuerzo argumentativo por parte de los creyentes, en defensa de la fe cristiana, resulta absolutamente necesario para paliar la situación que se está viviendo en el mundo universitario de Occidente. Hoy, como siempre, estamos obligados a seguir realizando una apologética de calidad que sea capaz de contrarrestar la perniciosa visión del mundo que se desprende del ateísmo. He querido contribuir a esta causa con el grano de arena de mi libro: “Nuevo ateísmo” (Clie, 2015).
Dr. Antonio Cruz Zuárez
Autor del libro: Nuevo ateísmo: Una respuesta desde la ciencia, la razón y la fe o el diseño inteligente
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