Grupo Puerto de Milagros
Filipenses 3:14 “Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”.
Prosigo a la meta establece una toma de decisión. Una que es tomada con valentía y determinación. Es una decisión que establece que no me quedo aquí, sino me extiendo hacia lo que esta adelante. Los grandes triunfos de la vida comienzan con una decisión. Los que toman decisiones valientes triunfan en la vida. La vida esta llena de toma de decisiones. Los estudiosos plantean tres grandes decisiones que el ser humano toma: ¡Que voy a estudiar! ¡Con quien me caso! ¡Y donde voy a vivir! preguntas que desde pequeño uno se hace y que requieren análisis y tomar la decisión. Esta garantizado el triunfo para aquellos que toman decisiones como lo vemos en el caso del hijo prodigo que dijo: “me levantaré he iré a mi Padre” sino se hubiera levantado la historia fuera otra, si David no se hubiera arrepentido de su pecado, la historia fuera otra, si no se hubieran dado las vueltas a Jericó, aun sin comprender lo que hacían, la historia fuera otra. Estas y otras muchas más historias bíblicas no hubieran tenido un final tan lindo sino hubieran tomado decisiones difíciles. Las decisiones son el comienzo de una carrera nueva. No tengas miedo en tomar decisiones ya que Dios te guiará a tomar la que es correcta. El jíbaro nuestro dice: “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy” y lo vemos decir “nunca es tarde cuando la dicha es buena”. Toma la decisión con valentía, levántate, no permitamos que la vida nos pase por el lado y por miedo a las decisiones llegue el momento en que digamos como dice el proverbista: “llegaron los días malos y no tengo en ellos contentamiento”. Estos son los días donde escuchamos decir “si hubiera hecho esto” ‘si hubiera terminado aquello” ‘porque deje pasar aquella oportunidad”. Hoy te animo para que tomes decisiones sin temor contando con Dios y realiza tus sueños con su ayuda. Ánimo
Prosigo a la meta establece que esto es una carrera. Una carrera que tiene obstáculos, tropiezos, caídas, pero tiene una recompensa, un galardón, un premio. Esta expresión me parece verla en Jesús cuando el escritor de los hebreos señala “y el gozo puesto delante de él, sufrió la cruz” en las caídas Jesús vio el premio, en sus caídas vio el galardón, en las caídas vio la recompensa, no puso su mirada en los obstáculos, sino en el premio. Los obstáculos son las maneras de hacer divertida esta carrera porque sino fuera así nuestro triunfo no tendría valor. Consumado es dijo Jesús luche con valor, recibo mi premio con alegría porque permanecí en medio de los obstáculos. El sabor de la victoria es más dulce cuando lo ganamos con esfuerzo no empecé los tropiezos. El Apóstol dice: “prosigo a la meta” aunque me picó una serpiente, prosigo a la meta aunque pasé por un naufragio, prosigo a la meta aunque me dieron de pedradas, prosigo a la meta aunque estoy preso” los obstáculos no me detendrán porque sé que mí recompensa es grande. Todos estamos corriendo en esta carrera y la invitación es a correr con paciencia esta carrera que tenemos por delante. Esta palabra paciencia viene de la raíz carácter probado, lo que establece, que la carrera probará nuestro carácter, los obstáculos reafirmarán nuestro compromiso en ella. La carrera ya la corrieron y nos dejaron la forma de cómo hacerlo cuando en el A.T. vemos a un etíope decir “sea como fuere yo correré” no me importan los obstáculos, tropiezos, caídas voy a correr y llegaré a la meta. Corre, corre, corre y no te detengas. Analiza, planifica, actúa, edifica, corre sin detenerte porque el premio es grande.
Prosigo a la meta establece que debemos tener un enfoque claro hacia donde vamos y cual es nuestra recompensa. Jesús decía “ya que has puesto la mano en el arado no tornes tu mirada hacia atrás” eso establece que esta carrera no acepta vuelta atrás. Jesús descarto la reversa, afirmó el caminar hacia el frente. La falta de concentración no es aceptada en la carrera, así que hay que tener una concentración en la carrera que el Apóstol Pablo lo define como “puesto los ojos en Jesús el autor y consumador de la fe”. Nuestra mirada no puede estar dividida, debe estar solamente en Dios ya que los que pierden la concentración y dividen su visión perderán el enfoque y por ende la victoria que Dios les tenía preparadas. Los que se dividen en pensamiento se hunden en el mar mientras Jesús esta frente a ellos diciéndoles no cambies la vista. Los que dividen su vista piensan que la tierra esta llena de gigantes y es imposible triunfar y conquistar la tierra, los que dividen su vista piensan que el gigante es demasiado grande y no podremos ganarle, los que dividen la vista se acobardan ante las amenazas hechas por un adversario, los que dividen la vista piensan que ellos no podrán terminar lo que empezaron, los que dividen la vista piensan que ellos no son lo suficientemente inteligentes para tener éxito. Si nuestra vista se dividió, te invito a concéntrate nuevamente en él, si nuestra vista perdió el enfoque, concéntrate otra vez en él. Hoy les estoy motivando a que mantengas tu vista en Dios y continúes luchando con valor por aquello que esta en tu corazón realizar. Decídete, pasa los obstáculos y mantén tu vista en Dios ya que nuestro galardón es grande y nadie no los va a quitar.
Recuerda, el que termina no es aquel que no tiene heridas o el que no esta fatigado. Todo lo contrario; es aquel que aunque ha recibido todo tipo de golpes, permanece. Como el boxeador que cuando termina la pelea, la culmina golpeado y fatigado, lo importante es que permaneció.
A la madre María Teresa de Calcuta se le acrecida el decir: “Dios no nos llamó para ser exitosos, sino para ser fervorosos”. La tierra de la promesa es para aquellos que simplemente permanecen hasta el fin. Soportemos. Que Dios bendiga, salvé y proteja a nuestro Puerto Rico.
Escrito por: Pastor Jesús A. Semidey Cepeda
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