APROVECHA TU TIEMPO AL MÁXIMO
Apóstol José R. Álvarez//BUENAS NUEVAS
Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Efesios 5:15-16
Nuestro Padre de misericordia hizo una provisión de igualdad para cada persona con relación al tiempo. Todos y cada uno de nosotros tiene la misma cantidad de horas al día; veinte y cuatro.
Lo importante es cómo usted se enfoca para redimir al máximo ese periodo de tiempo que tenemos.
Con mucha frecuencia las personas no se percatan de cómo han aprovechado su tiempo hasta que es demasiado tarde.
Cuando están en el lecho de muerte es que toman conciencia del tiempo perdido en su vida prestándole atención a cosas menos importantes.
Este despertar a las cosas importantes generalmente se manifiesta cuando la persona está a punto de despedirse de este mundo, ya que quizás le queden semanas de vida.
Normalmente las personas crecen cuando se enfrentan a su propia muerte. Es en este instante en el cual la persona experimenta una variedad de emociones, negación, ira, remordimiento, más negación y por último aceptación.
Con toda probabilidad si se le preguntase que cosas echarían de menos o que cosas harían diferente; las contestaciones se podrían resumir en las siguientes:
I. Yo hubiese deseado tener el valor para vivir una vida verdaderamente para mí mismo, no la vida que otros esperaban de mí.
Esta es la queja más común. Este es el momento de más claridad, pueden ver todos los sueños, metas y propósitos incumplidos en sus vidas. La mayor parte de las personas no han alcanzado ni la mitad de sus metas y han muerto sabiendo que se debió a las decisiones que hicieron o no hicieron.
Usted debe de hacer lo máximo para lograr sus metas. No espere a que sea demasiado tarde en su vida.
II. Yo hubiese deseado no trabajar tanto.
Esta expresión es muy común en los hombres. Ellos han perdido la niñez, adolescencia y juventud de sus hijos; y la compañía de sus parejas.
III. Yo hubiese deseado tener el valor de expresar mis sentimientos.
Son tantas las personas que no expresan sus sentimientos para no herir a otros. Como resultado, ellos se conforman con una vida mediocre y nunca son lo que realmente deberían ser.
IV. Yo hubiese deseado estar en contacto con mis amigos.
Muchos han quedado tan atados en sus propias vidas que han provocado que amistades importantes se hayan desaparecido. Todo por no darle a esas amistades el tiempo, esfuerzo que se merecían.
V. Yo hubiese desead ser más feliz.
Muchos no se percatan que la felicidad es una decisión. Usted escoge ser feliz. No lo pueden hacer debido a que se mantienen atados con viejos patrones de comportamiento y hábitos. El miedo al cambio les provoca aparentar que están contentos cuando no es así. Cuando la persona está en el lecho de muerte, lo que otras personas piensan de usted está lejos de su mente.
VI. Yo hubiese deseado estar más cerca del Señor en mi vida.
En el lecho de muerte es cuando el Espíritu Santo le da convicción a la persona de vida eterna delante del Padre.
Ese es el momento más efectivo para ministrarle salvación a la persona. Ellos esta dispuestos a irse con el Señor.
¡La vida es una selección! Usted escoge el tipo de vida que quiere tener. Es su vida.
A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar. Deuteronomio 30:19-20
Escoja conscientemente, con sabiduría, con honestidad.
Solamente tiene una sola vida. Viva con intensidad, propósito, con metas y con mucha pasión.
Nuestro deseo es ser de ayuda para que usted alcance sus metas, sueños, propósitos y planes.
