3 de junio de 2016

¿Cómo la iglesia puede volver a liderar en las artes? Parte 2

iglesia

Julio Román // Buenas Nuevas
@julitoroman

En el blog anterior comenzamos a compartir una serie de recomendaciones que pueden ayudar a la iglesia a volver a liderar en las artes. Ya discutimos las primeras dos:


  1. Aceptemos a los artistas
  2. Elevemos nuestro estándar de calidad

Para leer el blog de la semana pasada puedes acceder aquí: ¿Cómo la iglesia puede volver a liderar en las artes?. Hoy discutiremos las últimas tres recomendaciones que nos ayudarán a que la iglesia vuelva a liderar en las artes. Ciertamente, podemos añadir otras a esta lista. Las que te estoy compartiendo aquí nos sirven para, por lo menos, poner el tema sobre la mesa.

Entendamos el valor del arte


iglesia
Hacer arte mediocre es barato, hacer buen arte cuesta, hacer gran arte cuesta mucho. La realidad es que si no estamos dispuestos a financiar las obras artísticas de nuestros artistas, seguiremos obteniendo la calidad por la que estamos pagando. Mientras más calidad aspiremos tener, más costoso será. Hasta que no entendamos que el arte cuesta, no invertiremos en ello.

En muchas ocasiones, en la iglesia estamos dispuestos a invertir dinero en renta de locales para actividades, en comprar elementos de utilería, etc, pero cuando tenemos que pagar por alguna pieza de arte, lo primero que pensamos es que se haga de gratis. En muchas ocasiones, no estamos dispuestos a pagar ni siquiera por los materiales que se requieren para preparar la pieza.

Entiendo las limitaciones de presupuesto que tenemos y que eso no nos debe detener. Sin embargo, igualmente cierto es que tenemos que hacer lo mejor con lo que tenemos y continuar creciendo económicamente para invertir en cada vez mejores proyectos.

Rehusemos imitar

Lamentablemente, la imitación se ha convertido en el becerro de oro de muchos ministerios de arte, ya sea en la música, pintura, danza, teatro y hasta el cine.

Es importante que entendamos que cada persona tiene su manto. Cada ministerio tiene un llamado y Dios desea impactar este mundo a través de cada ministerio con una Palabra y acciones particulares. Él quiere darte una nueva canción, una nueva melodía, una nueva obra de teatro, una nueva danza, una nueva pieza de pintura, una nueva fotografía, una nueva película. Él desea traer sus diseños del cielo a la Tierra.

Ciertamente hay piezas de arte que nos inspiran o bendicen, y que podemos ser ecos de ellas en algún momento particular, pero no debemos hacer de ello el foco de nuestro ministerio. Tenemos que enfocarnos en lo que Dios quiere hacer específicamente en nosotros y a través de nosotros.

Tomemos riesgos

Tenemos que arriesgarnos a sumergirnos en la presencia de Dios hasta que Él nos dé específicamente lo que quiere que hagamos. Tenemos que arriesgarnos a ser diferentes. Tenemos que arriesgarnos a invertir todo nuestro ser en esa pieza de arte que nuestro Padre celestial nos envió a crear. Es posible que fallemos en algunas cosas, pero nos levantamos y volvemos a crear.

Estas son algunas recomendaciones. Ciertamente no son todas. Estoy consciente que el asunto es más complicado de lo que parece. Pero tenemos que comenzar a dar los pasos para retomar la montaña de las artes. Gracias a Dios, hay muchos ministerios que ya comenzaron a hacerlo. Le damos Gloria a Dios por ello.

julio roman









Nos vemos la próxima semana,
///Julito


danii marin


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