Libres…¡Pero de verdad!

Julissa // Buenas Nuevas
@JulissaMusic
En un viaje ministerial que hicimos al área de New York y New Jersey hace unas semanas atrás le comenté a mi esposo que quería visitar la “Estatua de la libertad” ya que estábamos cerca y nunca la había visitado. Así que nos fuimos junto a decenas de personas a conocer este símbolo que por años representó una nueva esperanza para las miles de personas e inmigrantes que llegaban en barcos a la costa este de los Estados Unidos.

Y mientras caminábamos hacia la estatua gigantesca y tomábamos fotos, pensé en las vidas de tantos que venían en busca de nuevas oportunidades para ellos y sus familias, o tal vez porque habían experimentado alguna forma de persecución en sus países y venían en pos de esa libertad, o simplemente porque soñaban con una nueva esperanza y un nuevo comienzo, y lo que tuvo que haber significado ver este símbolo de “libertad” a lo lejos en esos barcos mientras se iban acercando. De momento sentí la voz de Dios hablar a mi corazón y decirme, “yo soy la Libertad verdadera”… “Y el que viene a mi yo no lo hecho fuera”. Inmediatamente vino a mi mente este verso que dice así:

“Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto, manténganse firmes y no se sometan nuevamente al yugo de esclavitud.” Gálatas 5:1 (NVI)

Sabes, solo hay uno que realmente nos puede hacer libres y que verdaderamente nos hace vivir libres. ¡Su nombre es Jesús!

“Y conocerán la verdad (Jesús, la Palabra), y la verdad los hará libres.” Juan 8:32 (NVI) (énfasis mío)

Jesús es la verdad… “El es el camino, la verdad y la vida, y nadie viene al Padre si no es por el” (Juan 14:6). Y cuando conocemos esa verdad, ella comienza a liberarnos hasta que quedamos libres por completo.

Jesús, por medio de Su sacrificio en la cruz, vino a librarnos de la muerte (espiritual), del pecado, de las enfermedades, de nuestros temores de hoy, de nuestras preocupaciones de mañana, de la vergüenza, de nuestro pasado, de las mentiras, de las adicciones, de una mentalidad religiosa, pero sobre todo, del enemigo de nuestras almas. Y dice este verso que nos libertó para que vivamos en libertad; Para que disfrutemos nuestras vidas y las vivamos plenamente en El y alcancemos nuestro máximo potencial y propósito en El, y no esclavizados a todo lo que mencioné anteriormente.

La libertad es algo que nos da nuestro Señor por medio de Jesucristo, y para poder experimentarla completamente en nuestras vidas es importante recordar el consejo que nos dió el Apostol Pablo… “Por lo tanto manténganse firmes”. ¿Firmes en qué o en quién? Firmes en Dios, en Su Palabra y en la fe, (pues sin fe es imposible agradar a Dios), para que no nos volvamos a someter a todo aquello de lo cual El nos libró y al lo cual éramos esclavos.

“Así que si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres.” Juan 8:36 (NVI)

Disfruta la vida que Dios te ha dado y vívela libre en El…!De verdad!