12 de febrero de 2015

Si hay armonía en el hogar, habrá orden en la nación.


A los ojos de Dios el hombre y la mujer están a un mismo nivel. 

hogar
Redacción // Buenas Nuevas
@BuenasNuevasPR
No hay nación que sea más fuerte que sus hogares. Un proverbio chino dice: “Si hay armonía en el hogar, habrá orden en la nación.” La unidad familiar es la célula básica sobre la que se construye la sociedad. Sin embargo, la fragmentación de las familias será el derrumbe de nuestra civilización.


Hay cuatro actitudes prevalentes que atacan al hogar desde todas las direcciones: El secularismo declara: “Disfruta tanto como puedas porque sólo se vive una vez.” El materialismo dice: “Consigue más, compra más, construye más.”

El sensualismo se une bombardeándonos con inmoralidad y perversión a través de los medios de comunicación. El humanismo secular concluye diciendo: “Gloria al HOMBRE en las alturas–y fuera con la deidad.

Estas filosofías han conseguido corroer la unidad de la familia. ¿Por qué? Porque se oponen a las indicaciones de Dios para hogares felices. Después de todo, El fue quien inventó la familia. Y en la Biblia El nos ha dejado su modelo tanto a esposos como a padres e hijos.

En primer lugar, la Biblia enseña que debemos descansar en los puntos fuertes de cada uno. En Efesios 5:21 leemos: “Honren a Cristo sometiéndose unos a otros” (BD). Partiendo de la base que Cristo es el Señor de nuestra familia, debemos tratarnos con respeto como El ha ordenado. No puedo imponer mi voluntad continuamente, ni tampoco pueden hacerlo mi esposa ni mis hijos.

Debemos buscar la voluntad de Dios, hacer las cosas a Su manera.

Es necesaria la sumisión para que haya orden y estabilidad. De lo contrario, todos tratan de hacer lo suyo sin orden de ningún tipo. Una famosa canción habla de hacer las cosas “A mi manera”. Si usted lo intenta y hace las cosas a su manera, herirá a muchos en el proceso, incluso a usted mismo.

Existe el concepto de que el hombre no puede mostrar debilidades, la creencia de que él debe usar una máscara para ocultar sus verdaderos sentimientos. Totalmente falso. La Biblia enseña que el marido debe confiar en su esposa y la mujer debe descansar en su esposo como líder espiritual del hogar.

Esto no implica inferioridades de ninguna clase. A los ojos de Dios el hombre y la mujer están a un mismo nivel. Pablo lo pone en claro cuando dice: “No hay hombre ni mujer, porque todos sois uno en Cristo Jesús” (Gálatas 3:28 BLA).

Dios sabe que una familia funciona mejor cuando hay un líder. Por esa razón puso sobre el hombre esa responsabilidad, pero para que sea llevada a cabo en amor. Hay veces en que mi esposa toma mejores decisiones que yo, racionalmente hablando. Sin embargo ella descansa en mí para las decisiones finales en nuestro hogar. Pero yo a mi vez descanso en su palabra de consejo. Nos complementamos el uno al otro. Un buen líder reconoce la importancia del rol de la esposa.

Cuando los hijos vean que sus padres están en sumisión mutua, será más fácil que los obedezcan (Efesios 6:1-3), especialmente si son disciplinados en amor para su propio bien (Hebreos 12:5-11).

Las instrucciones que Dios ha dejado para tener hogares felices marcarán la diferencia. Lo animo a leer la Biblia y a orar en familia todos los días a fin de aprender más acerca del modelo divino para el hogar, a fin de vivir gozándose en el Señor.

Y si aún es soltero, lo animo a pedirle al Señor Su dirección para que en el futuro usted y su cónyuge puedan gozarse en un hogar feliz donde Dios sea el centro.

Autor: Luis Palau

 
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