Grupo Puerto de Milagros
Jesús encontró bien en el mal. Seria difícil encontrar a alguien peor que Judas. Algunos dicen que fue un buen hombre que usó una estrategia que le salió mal. No lo creo. La Biblia dice que Judas "era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella" (Juan 12:6). El hombre era un pillo. De alguna manera pudo vivir en la presencia de Dios y experimentar los milagros de Cristo y sin embargo seguir sin cambio alguno. Al final decidió que prefería el dinero al amigo, así vendió a Jesús por treinta monedas de plata. Lo lamento, pero cualquier vida humana vale más que treinta piezas de plata. Judas fue un bandido, un impostor, un sinvergüenza. Cómo podría alguien verlo de otra manera? No lo sé, pero Jesús lo hizo. Apenas a centímetros de la cara del traidor, Jesús le miró y dijo: "Amigo, a que vienes?"(Mateo 26:50). Qué vio Jesús en Judas para considerarlo digno de llamarlo amigo, ni siquiera puedo imaginármelo. Pero sí sé que Jesús no miente, y en ese momento vio algo bueno en un hombre muy malo. Seria provechoso si nosotros hiciéramos lo mismo. ¿Cómo? De nuevo Jesús nos da la guía. No le echó toda la culpa a Judas. Vio otra presencia esa noche: "más esta es vuestra hora, y la potestad de las tinieblas"(Lucas 22:53). De ninguna manera Judas fue inocente, ni tampoco estaba actuando solo. Los que lo atacan a usted tampoco lo están haciendo solos. "Porque no tenemos lucha contra carne ni sangre, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales en las regiones celestes"(Efesios 6:12). Los que nos traicionan son víctimas de un mundo caído. No tenemos que echarle toda la culpa. Jesús encontró suficiente bien en la cara de Judas como llamarlo amigo y puede ayudarnos a hacer lo mismo con los que nos ofenden.
No solo es que Jesús encontró bien en el mal, sino que encontró propósito en el dolor. De las aproximadamente cien palabras que Jesús pronunció durante el arresto, casi treinta se refiere al propósito de Dios. Jesús escogió ver su lucha inmediata como parte necesaria de un plan mayor. Vio el conflicto en el Getsemani como un acto importante pero singular en el grandioso manuscrito del drama divino. No le gustaría tener un corazón lleno de esperanza? ¿No le gustaría ver el mundo con los ojos de Jesús?. Donde vemos oración no contestada, Jesús vio oración contestada. Donde vemos la ausencia de Dios, Jesús vio el plan de Dios. De todos los tesoros que Jesús vio en la basura, este es el mas significativo. Vio a su Padre. Vio la presencia de su Padre en el problema. Doce ejércitos de ángeles estaban al alcance de su vista. Dios puede corregir tu visión. La solución no es evadir el problema, sino cambiar la manera en que vemos nuestros problemas. Ten presente que Cristo Viene.
Escrito por: Iris N. Torres Padilla
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