Pastora Luz Esther Cadiz// BUENAS NUEVAS
luzesther14@hotmail.com
¡¡El Señor Jesús reina!! Qué alegría es reconocer esta verdad y más aún si es una realidad en nuestra vida. Sin embargo, ¿reina en el corazón de todos los pueblos? ¿Conocen todos los pueblos su amor incondicional? La realidad es que muchos a nuestro alrededor saben de Jesús, aunque no le han entregado el gobierno de sus vidas a él. Pero, ¿qué tal de aquellos que nunca han tenido la oportunidad de saber de él?
La historia del misionero Hudson Taylor narra una experiencia que nos sacude. En su ardua labor en China, luego de años de ardua labor y aprendizaje del idioma, Taylor ganó a muchos para el Señor. Aquello no representaba simplemente el levantar la mano y aceptar a Jesús. Implicaba dar a conocer la verdad del evangelio de forma que penetrara en la cosmovisión de aquellas personas que nunca había escuchado de él. Eso implica que su forma de ver al mundo cambia. Sus creencias y valores, que por siglos han seguido, cambia totalmente por la iluminación que el Espíritu Santo trae al corazón sediento de él.
Una noche luego del servicio de adoración, un devoto chino le comentó a Taylor su satisfacción de haber encontrado la verdad. Le comento que su padre y sus abuelos por muchos años buscaron la verdad. “Mi padre”, le dijo, “murió sin encontrar la verdad”. Entonces, preguntó a Taylor: ¿desde cuándo conocen ustedes del evangelio en su tierra (Inglaterra)? Taylor respondió: “hace algunos cientos de años”. El hombre chino respondió con una mezcla de asombro y frustración: “¡Y hasta ahora ustedes lo traen a nosotros!” ¿Por qué tardaron tanto en decírnoslo? Hudson Taylor dedicó su vida a compartir el evangelio entre los chinos. Fue el fundador de la Misión al Interior de China, organización que existe hasta hoy, y que ha movilizando cientos de misioneros para llevar esta verdad a las naciones.
Estamos en el siglo XXI. La Iglesia del Señor está diseminada por todos los países del mundo. El mandato de llevar el evangelio a todas las naciones ha hecho posible que casi todos los pueblos del mundo conozcan o tengan acceso a esta verdad. Sin embargo, la tarea aún no ha sido completada. Y Dios sigue llamando obreros para estas regiones menos alcanzadas.
Dios está usando el mundo latino poderosamente, inclusive a la iglesia en Cuba. Recientemente una denominación de Cuba, en cooperación con otros, ha enviado su primer misionero a la selva de Ecuador. Allí están trabajando con una tribu recién está conociendo el evangelio. Por seguridad, no puedo mencionar sus nombres. Estos misioneros junto a otros que les han compartido el evangelio y ya es notable el cambio entre ellos. Literalmente el evangelio está trayendo transformación. Tan es así, que una tribu vecina, enemigos por generaciones, al ver lo que está sucediendo, le pidieron al misionero que igualmente compartiera entre ellos. Para ir, el misionero les indicó que tendría que ir acompañado de varias personas de la primera tribu, ellos son los que conocen el idioma. Estos, que son la tribu enemiga, estuvo de acuerdo en que viniera acompañado de los de la primera tribu. Tanto es el interés, tanto es el impacto del evangelio. Este misionero ha comenzado a viajar a esta nueva tribu, acompañado de sus discípulos. Dios está transformando la realidad en esas dos tribus de la amazonía ecuatoriana. Otra pareja latina sirve en la amazonía peruana. A través de narraciones de historias bíblicas, están comunicado el evangelio entre otra tribu no alcanzada. Dios se está moviendo. ¿Quieres tú ser parte de ese mover?
¡¡El Señor Jesús reina!! Qué alegría es reconocer esta verdad y más aún si es una realidad en nuestra vida. Sin embargo, ¿reina en el corazón de todos los pueblos? ¿Conocen todos los pueblos su amor incondicional? La realidad es que muchos a nuestro alrededor saben de Jesús, aunque no le han entregado el gobierno de sus vidas a él. Pero, ¿qué tal de aquellos que nunca han tenido la oportunidad de saber de él?
La historia del misionero Hudson Taylor narra una experiencia que nos sacude. En su ardua labor en China, luego de años de ardua labor y aprendizaje del idioma, Taylor ganó a muchos para el Señor. Aquello no representaba simplemente el levantar la mano y aceptar a Jesús. Implicaba dar a conocer la verdad del evangelio de forma que penetrara en la cosmovisión de aquellas personas que nunca había escuchado de él. Eso implica que su forma de ver al mundo cambia. Sus creencias y valores, que por siglos han seguido, cambia totalmente por la iluminación que el Espíritu Santo trae al corazón sediento de él.
Una noche luego del servicio de adoración, un devoto chino le comentó a Taylor su satisfacción de haber encontrado la verdad. Le comento que su padre y sus abuelos por muchos años buscaron la verdad. “Mi padre”, le dijo, “murió sin encontrar la verdad”. Entonces, preguntó a Taylor: ¿desde cuándo conocen ustedes del evangelio en su tierra (Inglaterra)? Taylor respondió: “hace algunos cientos de años”. El hombre chino respondió con una mezcla de asombro y frustración: “¡Y hasta ahora ustedes lo traen a nosotros!” ¿Por qué tardaron tanto en decírnoslo? Hudson Taylor dedicó su vida a compartir el evangelio entre los chinos. Fue el fundador de la Misión al Interior de China, organización que existe hasta hoy, y que ha movilizando cientos de misioneros para llevar esta verdad a las naciones.
Estamos en el siglo XXI. La Iglesia del Señor está diseminada por todos los países del mundo. El mandato de llevar el evangelio a todas las naciones ha hecho posible que casi todos los pueblos del mundo conozcan o tengan acceso a esta verdad. Sin embargo, la tarea aún no ha sido completada. Y Dios sigue llamando obreros para estas regiones menos alcanzadas.
Dios está usando el mundo latino poderosamente, inclusive a la iglesia en Cuba. Recientemente una denominación de Cuba, en cooperación con otros, ha enviado su primer misionero a la selva de Ecuador. Allí están trabajando con una tribu recién está conociendo el evangelio. Por seguridad, no puedo mencionar sus nombres. Estos misioneros junto a otros que les han compartido el evangelio y ya es notable el cambio entre ellos. Literalmente el evangelio está trayendo transformación. Tan es así, que una tribu vecina, enemigos por generaciones, al ver lo que está sucediendo, le pidieron al misionero que igualmente compartiera entre ellos. Para ir, el misionero les indicó que tendría que ir acompañado de varias personas de la primera tribu, ellos son los que conocen el idioma. Estos, que son la tribu enemiga, estuvo de acuerdo en que viniera acompañado de los de la primera tribu. Tanto es el interés, tanto es el impacto del evangelio. Este misionero ha comenzado a viajar a esta nueva tribu, acompañado de sus discípulos. Dios está transformando la realidad en esas dos tribus de la amazonía ecuatoriana. Otra pareja latina sirve en la amazonía peruana. A través de narraciones de historias bíblicas, están comunicado el evangelio entre otra tribu no alcanzada. Dios se está moviendo. ¿Quieres tú ser parte de ese mover?
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