Joel Hernández// BUENAS NUEVAS
Grupo Puerto de Milagros
Los seres humanos no poseemos un buen historial en cuanto a la toma de decisiones, como dice mi papá, siempre estamos metiendo la pata. Desde que somos pequeños estamos expuestos a tomar decisiones de diferentes formas. Recuerdo cuando era niño, estaba en todo su apogeo la moda de tener bicicletas BMX. ¿Cuántos se acuerdan?, sin decir la edad, jaja. Cuando mi papá me fue a comprar mi bicicleta recuerdo que se me hizo bien difícil escoger el color de la bicicleta que quería, ya que por mi mente pasaba que el color que escogiera fuera del gusto de los demás niños. Para nosotros como adultos, podemos pensar que esa decisión de un niño es algo que no tiene relevancia, pero no es así. Cada etapa de nuestra vidas tiene una importancia, ya que esos primeros años son los que nos moldean para el futuro. Sabemos que mientras crecemos, la toma de decisión es mucho más complicada ya que pueden determinar nuestro futuro inmediato ó lejano. Nos podemos encontrar con la encrucijada de que queremos estudiar, quien vamos a escoger como pareja ó donde viviremos. Esa libertad que nosotros tenemos de decidir lo que queramos es el libre albedrío que Dios nos dio. Lo importante es hacer el mejor uso de esa libertad, ya que cada vez que nos equivocamos, hay consecuencias para nuestras vidas y muchas veces nuestros seres queridos pagan por nuestros errores.
Desde el principio de la humanidad, Adán y Eva no tomaron una buena decisión y comieron del fruto que nuestro Dios le había indicado que no comieran. Esa decisión has ahora en nuestros tiempos sigue teniendo peso en nuestras vidas. Siempre vamos a tener muchas opciones en la mayoría de los casos con que nos topemos y es importante usar la moral aprendida a través de las escrituras para poder elegir o llevar a cabo lo que escojamos. Las decisiones tomadas con buena conciencia y basadas en los principios bíblicos tendrán siempre un buen resultado a largo plazo, aunque a corto plazo impliquen en algún sacrificio personal. En Santiago 1:5 nos dice: Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Para nosotros poder tomar decisiones asertivas, necesitamos tener la información necesaria, considerar todas las opciones, buscar consejo bíblico, pedir consejo a alguna persona con prudencia, y después escoger la opción que es más correcta. Recuerda, no siempre vamos a estar a gusto con todas las decisiones que tomemos, pero lo importante es demostrarle a Jehová que nuestro corazón es conforme a lo que quiere para nosotros.
Hasta la próxima.
Joel Hernández Díaz
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