7 de septiembre de 2016

Que tu ejemplo avergüence a los que desean destruir tu familia

Salvemos Puerto Rico 

puerto rico


Pastor Luis Roig // Buenas Nuevas
@LuisCynthiaRoig

Eliezer Wiesel un escritor estadounidense de origen rumano y autor de varias novelas que relatan la historia del holocausto judío dijo lo siguiente: 

“Permanecer en silencio e indiferente es el mayor pecado de todos.”. 

Uno de los mayores retos que nos ha tocado vivir en estos últimos tiempos es el reto de asumir postura, el mantenernos firmes en medio de una cultura donde la moral experimenta grandes temblores cuyo epicentro mismo es la fragilidad del carácter, el culto al egocentrismo y la autogratificación sin importar las consecuencias. 

Puerto Rico

Puerto Rico experimenta una quiebra fiscal como resultado de una quiebra del componente más importante de una sociedad: la familia. La secretaria de la familia Idalia Colón expresó lo siguiente: “El maltrato de menores, la violencia doméstica y el maltrato de personas de edad avanzada son realidades que muchas veces quedan ocultas en las familias que confrontan serias dificultades con los retos de la convivencia, la crianza y el desarrollo.” En Puerto Rico se reportaron para el año fiscal 2011-2012 unos 35,166 casos de maltrato infantil, un promedio de 2,930 casos por mes. Cada 15 días una mujer es asesinada por su pareja, en PR se reportan 53 casos de violencia doméstica diariamente, el suicidio es la tercera causa de muerte violenta y se ubica dentro de las 15 causas de muerte en la isla. El promedio de edad en el año 2015 de suicidios estaba entre 80-85 años, el 23% de los actos delictivos en un año promedio son cometidos por menores de 18 años.

Ante este cuadro tan tétrico las palabras de Wiesel se hacen más evidente cada día: “Permanecer en silencio e indiferente es el mayor pecado de todos.” 

¿Qué podemos hacer?

¿Cuál es nuestro rol en medio de estos tiempos? ¿Qué alternativas existen? ¿Tendremos algún motivo para salvar a las familias? La esperanza que tenemos como nación para poder salir de este abismo se encuentra reflejado en el mensaje de la cruz. No podemos salvar a Puerto Rico sin predicar o compartir este mensaje fundamental. Salvar nuestra patria sería algo insustancial o soso sino contiene el ingrediente que le cambiara la sazón a la isla del Cordero, y ese ingrediente es la Gracia de Dios derramada por ti y por los tuyos en la cruz del calvario. El Apóstol Pablo escribió inspirado por le Espíritu Santo en el libro de Efesios 2:4-5 “4 Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto 5 que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos.” (¡Es solo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!). Luego me fascina el peso de responsabilidad que le brinda al mensaje de esperanza de la cruz. Dice el verso 7 “De modo que, en los tiempos futuros, Dios puede ponernos como ejemplos de la increíble riqueza de la gracia y la bondad que nos tuvo, como se ve en todo lo que ha hecho por nosotros, que estamos unidos a Cristo Jesús.”

La familia

Por medio de esa gracia divina, Dios como Padre nos coloca en un lugar de protección llamado familia. La familia es un entorno de cobertura y es el lugar donde podemos experimentar el carácter paternal de Dios. Así que partiendo de la premisa de que no podemos salvar a Puerto Rico sin el mensaje de la cruz, deseo compartir... 

3 áreas de nuestra vida en la cual debemos ser ejemplos:

  1. En tú compromiso con el pacto matrimonial: El matrimonio es santo y los que vivimos en ese pacto tenemos la responsabilidad de vivir de acuerdo a al nivel de santidad que el matrimonio demanda. Debemos ser ejemplos de amor incondicional, fidelidad inquebrantable y de respeto mutuo. Mi amigo el Dr. Sixto Porras dice: “Pase lo que pase terminaremos juntos.” Hay una sociedad que está deseosa de ver como el matrimonio contribuye en pro del desarrollo y bienestar de una nación. ¡Sé ejemplo!
  2. En tú responsabilidad paternal: Los hijos deben ser testigos de la transformación que Dios ha hecho en tu vida. Si queremos ser testigos de la transformación de nuestra generación, tenemos que ser ejemplos primeramente con nuestra actuación. Ama, cuida y valora la herencia que Dios te ha dado. Que a tus hijos le brillen los ojos, se le sonrojen sus mejillas y muestren su mejor sonrisa cada vez que te vean llegar a casa. ¡Sé ejemplo! 
  3. En tú vida estilo de vida: Caminar en integridad es un reflejo de tu carácter. La integridad de tu carácter es el fundamento de tu vida. No permitas que nada ni nadie remueva ese fundamento. Cuando vives en inmoralidad pierdes la autoridad. Tu familia necesita un faro de luz en medio de la tempestad. ¡Se ejemplo! 

En fin, la Palabra nos insta a vivir siendo ejemplos para los que amamos. Dice Tito 2:7-8 7 “Y sé tú mismo un ejemplo para ellos al hacer todo tipo de buenas acciones. Que todo lo que hagas refleje la integridad y la seriedad de tu enseñanza. 8 Enseña la verdad, para que no puedan criticar tu enseñanza. Entonces los que se nos oponen quedarán avergonzados y no tendrán nada malo que decir de nosotros.”

Que tu ejemplo avergüence a los que desean destruir tu familia. Vive con entrega, con pasión y con carácter. Tu ejemplo es el mejor repelente de cualquier plaga que quiera tocar tu morada.

Estoy convencido que hay esperanza para nuestra patria. La reconciliación es el mensaje central de la cruz. Volvamos a Cristo, volvamos a la fuente de vida eterna. Brindémosle a la isla del Cordero un nuevo día de salvación, un mensaje de lleno de amor y esperanza, un nuevo rumbo lleno de confianza, familias restauradas, una nación bendecida por su Gracia inmerecida. Yo creo en el Dios de nuevos comienzos, yo creo en el Dios de nuevas oportunidades. Estoy seguro que siendo ejemplos podemos continuar declarando que con una familia a la vez transformaremos la isla del Cordero. 

¡Salvemos Puerto Rico, salvemos a la familia!

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