Julio Román // Buenas Nuevas
@julitoroman
“Un buen equipo”. Esta es una frase que hemos escuchado en varias ocasiones. En mi opinión, deberíamos escucharla más… mucho más.
¿Qué es un buen equipo?
Un buen equipo es aquel que hace el trabajo de manera excelente con el fin de alcanzar su objetivo. Si adentramos nuestra mirada en lo profundo del equipo, vamos a encontrar la verdadera razón que está detrás de los buenos equipos. Al mirar más allá, veremos a los miembros del equipo, los jugadores del equipo.
Ahora, para que el equipo sea un “buen equipo”, tiene que estar compuesto por “buenos jugadores de equipo”. No necesariamente “estrellas”, sino jugadores que dan el todo por el equipo. Esos jugadores, que dejan el egoísmo a un lado con el fin de sacrificarse por el equipo, son “buenos jugadores de equipo”.
A pesar de que no practiquemos oficialmente un deporte particular, todos formamos parte de algún equipo. Ya sea en el trabajo, la escuela, la iglesia o el ministerio. La pregunta entonces es, ¿Cómo puedes ser un mejor jugador en el equipo al que perteneces?
El secreto para ser un “buen jugador de equipo” se encuentra en responder correctamente las siguientes preguntas.
@julitoroman
“Un buen equipo”. Esta es una frase que hemos escuchado en varias ocasiones. En mi opinión, deberíamos escucharla más… mucho más.
¿Qué es un buen equipo?
Un buen equipo es aquel que hace el trabajo de manera excelente con el fin de alcanzar su objetivo. Si adentramos nuestra mirada en lo profundo del equipo, vamos a encontrar la verdadera razón que está detrás de los buenos equipos. Al mirar más allá, veremos a los miembros del equipo, los jugadores del equipo.
Ahora, para que el equipo sea un “buen equipo”, tiene que estar compuesto por “buenos jugadores de equipo”. No necesariamente “estrellas”, sino jugadores que dan el todo por el equipo. Esos jugadores, que dejan el egoísmo a un lado con el fin de sacrificarse por el equipo, son “buenos jugadores de equipo”.
A pesar de que no practiquemos oficialmente un deporte particular, todos formamos parte de algún equipo. Ya sea en el trabajo, la escuela, la iglesia o el ministerio. La pregunta entonces es, ¿Cómo puedes ser un mejor jugador en el equipo al que perteneces?
El secreto para ser un “buen jugador de equipo” se encuentra en responder correctamente las siguientes preguntas.
- ¿Por qué?
- ¿Cómo?
- ¿Qué?
¿Por qué?
Esta es la pregunta más importante. ¿Por qué haces lo que haces? ¿Por qué quieres hacer ese proyecto? ¿Por qué estás en el ministerio? ¿Por qué formas parte de ese equipo? ¿Cuál es la razón, el objetivo, tu motivación? ¿Cuál es la motivación detrás de lo que estás haciendo? Tienes que estar convencido de tu “Por qué”.
En mi caso, mi “por qué” está conectado con el reino de Dios. Hago todo lo que hago porque quiero que el reino de Dios se manifieste en la Tierra. Quiero ver vidas transformadas con el amor del Padre y a las naciones postrándose a los pies de Cristo. Ese “por qué” hace que me esfuerce por hacer lo que, en mi mejor entendimiento, Dios me llamó a hacer.
Un jugador que tiene claro el “por qué” forma parte del equipo, se desempeñará con un sentido de propósito mayor que uno que simplemente ejecute sus tareas. Saca un momento de oración y encuentra tu “por qué” en tu trabajo, iglesia o ministerio.
Lo más importante no es lo que haces, es por qué lo haces. Es tiempo de que te preguntes, ¿Por qué?
La próxima semana, veremos las otras dos preguntas, ¿Cómo? y ¿Qué? Hasta entonces, ¿Qué te parece si sacas un tiempo de oración y permites que el Señor te revele cada “por qué” en tu vida?
Hasta la próxima semana,
///Julito
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