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La Biblia dice en 1 Pedro 4:10 “Dios, de su gran variedad de dones espirituales, les ha dado un don a cada uno de ustedes. Úsenlos bien para servirse los unos a los otros.” (1 Pedro 4:10 NTV). Cuando usas tus habilidades para ayudar a otro, Dios es glorificado.
Dios te diseñó para hacer una contribución. Dios no te dio talentos y habilidades para tu propio beneficio. Ellos están para el beneficio de otras personas, y sus talentos están para tu beneficio.
Estoy tan agradecido por las personas que son talentosas en áreas en las que no soy bueno. Por ejemplo, agradezco por los contadores. ¡Soy malo en contabilidad! Agradezco por las personas que saben declarar impuestos.
Estoy agradecido por las personas que tienen habilidades mecánicas. No podría reparar un carburador si tuviera que hacerlo. ¡Ni siquiera sé dónde está!
Todos tenemos diferentes talentos.
Dios me ha dado algunos talentos. Uno de mis talentos es tomar la palabra de Dios y facilitar que otras personas la entiendan. Cuando uso esa habilidad, tú eres bendecido. Mi talento es para ti. Es para ayudarte.
Pero este es el punto: Tú también tienes talentos. ¿Cuándo vas a comenzar a bendecir a otros? ¿Cuándo vas a comenzar a ayudar a otros?
Si no usas el talento que Dios te dio, otras personas son engañadas. La forma en la que brindas gloria a Dios es usando tus talentos. “Úsenlos bien para servirse los unos a los otros”. Dios es glorificado cuando usas tus habilidades para servir a otros.
Reflexiona sobre esto:
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“Dios, de su gran variedad de dones espirituales, les ha dado un don a cada uno de ustedes. Úsenlos bien para servirse los unos a los otros.” (1 Pedro 4:10 NTV)
La Biblia dice en 1 Pedro 4:10 “Dios, de su gran variedad de dones espirituales, les ha dado un don a cada uno de ustedes. Úsenlos bien para servirse los unos a los otros.” (1 Pedro 4:10 NTV). Cuando usas tus habilidades para ayudar a otro, Dios es glorificado.
Dios te diseñó para hacer una contribución. Dios no te dio talentos y habilidades para tu propio beneficio. Ellos están para el beneficio de otras personas, y sus talentos están para tu beneficio.
Estoy tan agradecido por las personas que son talentosas en áreas en las que no soy bueno. Por ejemplo, agradezco por los contadores. ¡Soy malo en contabilidad! Agradezco por las personas que saben declarar impuestos.
Estoy agradecido por las personas que tienen habilidades mecánicas. No podría reparar un carburador si tuviera que hacerlo. ¡Ni siquiera sé dónde está!
Todos tenemos diferentes talentos.
Dios me ha dado algunos talentos. Uno de mis talentos es tomar la palabra de Dios y facilitar que otras personas la entiendan. Cuando uso esa habilidad, tú eres bendecido. Mi talento es para ti. Es para ayudarte.
Pero este es el punto: Tú también tienes talentos. ¿Cuándo vas a comenzar a bendecir a otros? ¿Cuándo vas a comenzar a ayudar a otros?
Si no usas el talento que Dios te dio, otras personas son engañadas. La forma en la que brindas gloria a Dios es usando tus talentos. “Úsenlos bien para servirse los unos a los otros”. Dios es glorificado cuando usas tus habilidades para servir a otros.
Reflexiona sobre esto:
- ¿Cuáles son los dones que Dios te ha dado?
- ¿Cómo los estás usando para servir a otros? ¿Cómo crees que Dios quiere que los uses para el beneficio de otros?
- ¿Cómo necesitas aceptar ayuda de alguien para que esa persona pueda usar sus dones para darle Gloria a Dios?
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