14 de octubre de 2015

Dios es la fuente, tu trabajo es el medio

“Así que mi Dios suplirá todo lo que les falte, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.” (Filipenses 4:19 RVC)


finanzas saludables

Redacción // Buenas Nuevas
@BuenasNuevasPR


¿En dónde pones tu seguridad?

Si pones tu seguridad en la cuenta de banco, tu trabajo o tus inversiones, eso significa que eres una persona insegura, porque puedes perder todas esas cosas.

Tienes que poner tu seguridad en algo que no puedas perder -¡Dios! Si quieres que Dios bendiga tu vida, tienes que depender de la riqueza de Dios y no de tu propia riqueza.

Esto es lo que dice la Biblia acerca de la riqueza de Dios: “Así que mi Dios suplirá todo lo que les falte, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (Filipenses 4:19 RVC)

Tu trabajo no puede ser tu seguridad. Tu trabajo es solo un medio, pero Dios es tu fuente. Si entiendes esto, tendrás mucho menos estrés en tu vida. Permíteme decirlo de Nuevo: Tu trabajo es un medio, pero Dios es la fuente de tu sustento.

Si giras la llave del agua en tu cocina y no sale agua, ¿Qué harías? Dirías, “¡Ahora sí, el mundo se ha quedado sin agua! No hay agua saliendo del grifo, así que no debe quedar nada de agua en el mundo” ¿Dirías eso?

Por supuesto que no. Tú sabes que tu problema no es con la Fuente. Hay suficiente agua en el mundo. El problema es el medio; se ha bloqueado de una forma u otra.

Si un medio se bloquea en tu vida y la llave deja de funcionar, Dios puede abrir otro grifo así de fácil. Si Dios cierra una puerta en tu vida, él puede abrir otra puerta. Y si esa otra puerta se cierra, él puede abrir una ventana, y puedes cruzar a través de ella.

Dios no está limitado a tu habilidad y capacidad. Tu trabajo es un medio. Si crees que tu trabajo es el que te mantiene seguro financieramente, vas a estar inseguro el resto de tu vida. Tienes que entender que Dios es la fuente de tu sustento, y puedes depender de que Él conozca exactamente lo que necesitas y te lo puede dar.

Los trabajos van y vienen. Las cuentas bancarias se incrementan y reducen. Las economías fluctúan. El Mercado de valores puede ganar o perder. ¡Realmente no importa!

Tú puedes confiar en las riquezas de Dios para tu seguridad.

Reflexiona sobre esto:
  • Cuando pones tu confianza en la riqueza de Dios, ¿Cómo afecta la forma en la que manejas tus finanzas?
  • ¿Se ha cerrado la llave en tu vida recientemente? ¿Cómo le demostrarás a Dios que confías en Él para tu seguridad financiera?
  • ¿Qué revelan tus finanzas e inversiones acerca de tus prioridades?

Autor: Rick Warren
 
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