@julitoroman
Jesús fue un artista creando y narrando parábolas. Sus parábolas siguen siendo algunas de las historias más recordadas del mundo. Una tercera (1/3) parte de las enseñanzas de Jesús fueron en parábolas. Estamos hablando de que nuestro Señor Jesús contó más de 30 parábolas.
A través de sus parábolas, Jesús pintaba imágenes memorables para dramatizar sus enseñanzas. Sus parábolas eran fáciles de visualizar y de recordar. Eran simples y memorables, pero con mensajes profundos.
¿Qué es una parábola?
Una parábola es una historia sencilla en la que ciertos elementos de la historia son análogías o paralelos a los puntos o principios que deseamos comunicar. Con las parábolas, expresamos lo espiritual a través de lo natural. Tomamos una verdad del mundo invisible (espiritual) y la ilustramos con imágenes del mundo visible (natural).
Creo fírmemente que, en esta época, las parábolas siguen siendo una de las mejores herramientas para enseñar la Palabra de Dios. Quiero compartirte varias razones por las que creo esto.
Jesús las usó
Soy de los que piensan que el mejor ejemplo para hacer las cosas es nuestro Señor Jesús. Jesús estuvo solo tres años y medio enseñado la Palabra. Él pudo escoger las estrategias que quisiera, o crear nuevas estrategias, para comunicar sus enseñanzas. Sin embargo, escogió las parábolas como una de sus favoritas.
Si Jesús pensó que las parábolas eran lo suficientemente efectivas como para utilizarlas para enseñar los misterios del reino de los cielos, ¿por qué hemos de pensar nosotros diferente?
Escuchar historias es una necesidad del ser humano
Desde tiempos antiguos el ser humano ha contado y ha escuchado historias. Es parte de lo que somos. Las historias alimentan nuestra curiosidad. Hay algo en las historias que despiertan en nuestro interior el deseo de conocer, de escuchar, de aprender. Podemos aprovechar esa actitud de disposición para sembrar la Palabra de Dios en el corazón del ser humano.
Gran alcance de nuestras historias
En los tiempos de Jesús habían pocos medios para difundir las parábolas. En la actualidad tenemos muchas más plataformas y tecnologías (especialmente la internet), para que el mundo conozca nuestras historias.
Podemos escribir una parábola, y con tan solo un “click” la podemos compartir con el mundo entero. Podemos escribirla, grabarla en un video, una serie o una película. Podemos hacer una obra de teatro y recorrer el país presentando la obra. Y muchas cosas más.
Como puedes ver, la parábola es un arte que no debe permanecer resagado al pasado. Todavía tiene vida. Todavía tiene infinidad de posibilidades. Contemos historias, pero no solo por contarlas. Contemos historias que ilustren y nos revelen el mundo espiritual. Tomemos unos momentos y escribamos una parábola que quede grabada en la mente de las personas.