“Si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no tenemos la verdad.” (1 Juan 1:8 NVI)
Redacción // Buenas Nuevas
@BuenasNuevasPR
El pecado siempre implica auto-engaño. En el momento en que estás pecando; te estás engañando a ti mismo, porque crees que lo que estás haciendo, al final, producirá mejores resultados que lo que Dios ya ha dicho que hagas.
Para dejar de destruirte a ti mismo, debes dejar de engañarte a ti mismo. Tienes que honestamente mirar tu vida, enfrentar la verdad y encarar los problemas. ¿Qué es aquello en tu vida que estás fingiendo que no es un problema? ¿Qué es aquello en tu vida que finges que no estás adicto? ¿Qué es aquello en tu vida de lo que estás diciendo "eso no es gran cosa"?
Realmente no importa si estás inyectándote heroína o abusando de la tarjeta de crédito, No importa si es que estás viendo pornografía o una novela de mala calidad. Lo estás utilizando todo para tratar de escapar de tu dolor y de tu pecado. Pero no vas a encontrar sanidad hasta que reconozcas primero la raíz de tu problema.
No tienes que llegar a lo más bajo antes de poder lograr cambio. Hay llamadas de atención sucediendo a tu alrededor ahora mismo y no le estás haciendo caso. Al contrario, estas dirigiéndote hacia el camino de la destrucción.
Pero no tienes que seguir en esa dirección, puedes reconocer la raíz del problema y enfrentarla.
Les he preguntado a consejeros profesionales en nuestra iglesia,
El pecado siempre implica auto-engaño. En el momento en que estás pecando; te estás engañando a ti mismo, porque crees que lo que estás haciendo, al final, producirá mejores resultados que lo que Dios ya ha dicho que hagas.
Para dejar de destruirte a ti mismo, debes dejar de engañarte a ti mismo. Tienes que honestamente mirar tu vida, enfrentar la verdad y encarar los problemas. ¿Qué es aquello en tu vida que estás fingiendo que no es un problema? ¿Qué es aquello en tu vida que finges que no estás adicto? ¿Qué es aquello en tu vida de lo que estás diciendo "eso no es gran cosa"?
Realmente no importa si estás inyectándote heroína o abusando de la tarjeta de crédito, No importa si es que estás viendo pornografía o una novela de mala calidad. Lo estás utilizando todo para tratar de escapar de tu dolor y de tu pecado. Pero no vas a encontrar sanidad hasta que reconozcas primero la raíz de tu problema.
No tienes que llegar a lo más bajo antes de poder lograr cambio. Hay llamadas de atención sucediendo a tu alrededor ahora mismo y no le estás haciendo caso. Al contrario, estas dirigiéndote hacia el camino de la destrucción.
Pero no tienes que seguir en esa dirección, puedes reconocer la raíz del problema y enfrentarla.
Les he preguntado a consejeros profesionales en nuestra iglesia,
¿Cuál es el problema más grande que han encontrado? Ellos dicen una y otra vez, "La gente espera demasiado tiempo antes de pedir ayuda".
Entonces es casi imposible el poder cambiar de dirección”. Habrán señales de advertencia por todas partes en un matrimonio y luego, de repente, el esposo o la esposa abandonan el hogar. El que se queda detrás se pregunta: "¿Qué puedo hacer yo ahora?" No mucho. Debiste haber estado trabajando en el problema antes. La mayoría de la gente se resiste a admitirlo y esperan hasta que es demasiado tarde y experimentan dolor innecesario.
La Biblia dice: “Si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no tenemos la verdad” (1 Juan 1:8 NVI).
¿Cuáles son las preguntas difíciles que deberías estar preguntándote acerca del pecado en tu vida? ¿Cuáles son las señales de advertencia que has estado ignorando?
Si quieres sanidad, tienes que reconocer la raíz de tu problema. Tienes que enfrentar la verdad acerca ti mismo.
La Biblia dice: “Si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no tenemos la verdad” (1 Juan 1:8 NVI).
¿Cuáles son las preguntas difíciles que deberías estar preguntándote acerca del pecado en tu vida? ¿Cuáles son las señales de advertencia que has estado ignorando?
Si quieres sanidad, tienes que reconocer la raíz de tu problema. Tienes que enfrentar la verdad acerca ti mismo.
Reflexiona sobre esto:
- ¿De qué manera el orgullo te impide reconocer la raíz de tus problemas?
- ¿Por qué a menudo pensamos que sabemos más que Dios lo que es mejor para nosotros?
- ¿Qué crees que Dios quiere que hagas después de enfrentar la verdad sobre los problemas en tu vida?
Autor: Rick Warren