@julitoroman
“War Room”, la nueva película de los hermanos Kendricks (Fireproof, Courageous) estrena hoy en las salas de cine de Puerto Rico, y mañana en Estados Unidos y Latinoamérica.
El poder de la oración
La película es, sencillamente, una de las películas más poderosas que he visto en toda mi vida. Quizás estás pensando, “Vamos Julito, estás exagerando.” Tal vez sí, tal vez no. Todo depende de lo que pensamos que es nuestra prioridad como hijos de Dios.
Para mí, uno de los aspectos más poderosos de formar parte del reino de Dios es la oportunidad que tenemos de comunicarnos con nuestro Señor, el Creador, Todopoderoso, Eterno, Invencible. Aun más, no es que podamos hablar con él, sino que Él habla con nosotros y desea escucharnos. Esto, querido amigo, es la oración.
No es un rito religioso
Pensar que la oración es un simple rito religioso es el equivalente a pensar que tener comunión con nuestro cónyuge es una simple obligación contractual. Ciertamente, no es así. Todo lo contrario, tener comunión íntima con nuestro cónyuge es una de las más grandes bendiciones que trae consigo el pacto matrimonial. Ahora pensemos en nuestro Padre celestial, la persona que más nos ama y más desea estar con nosotros. Pensemos en cuánto desea que tengamos comunión íntima con Él.
¿Qué tiene que ver eso con la película? Pues mucho. “War Room” no solo entretiene, sino que lleva a cabo un esfuerzo impresionante por darnos las herramientas para orar eficazmente. No solo eso, también nos confronta, haciéndonos un llamado a levantarnos a pelear la batalla contra el verdadero enemigo.
Nos muestra la realidad de que nuestra lucha no es contra carne ni sangre. Que es un asunto espiritual. Finalmente, ese espíritu de pasión por la oración que está detrás de la película, sale de la pantalla de una manera sobrenatural e impacta nuestros espíritus, llevándonos a poner en práctica lo que acabamos de ver.
¿De qué estoy hablando? Pues de que luego de ver la película, los que la vimos sentíamos una gran urgencia por orar. Y eso hicimos. Y de inmediato, la Presencia de Dios inundó el lugar donde estábamos, como una confirmación de la Palabra que había sido sembrada en nuestros corazones.
Una experiencia espiritual
Te motivo a que reúnas a tu familia y amigos, y vayas al cine a disfrutar de esta experiencia espiritual. Quizás los más puritanos del cine levantarán sus voces iracundas, gritando a los cuatro vientos que el cine “no es para predicar”, pero la realidad es que su ceguera espiritual les impide ver la luz que resplandece a través de un proyecto como este.
Mi recomendación es que vayas al cine con la expectativa de divertirte, pero más que eso, vé con el espíritu dispuesto a que el Espíritu Santo ministre tu corazón. Te garantizo que tu vida será transformada. Mientras tanto, aquí te dejo el tráiler para que lo disfrutes.
Hasta la próxima semana,