Joel Hernández// BUENAS NUEVAS
Grupo Puerto de MilagrosComo responde Cristo cuando dudamos de él?. Nos lleva al aposento alto en Jerusalén. Es el domingo por la mañana, después de la crucifixión del viernes. Los seguidores de Jesús se habían reunido, no a cambiar al mundo, sino a escapar; no como los relatores de anécdotas del evangelio, sino como conejos asustados. Enterraron sus esperanzas con el cuerpo del Carpintero. Fíjate en los rostros barbudos de esos hombres para ver un destello de resolución, una pizca se valor, y no vas a encontrar nada, sin embargo, una mirada a los rostros animados de las mujeres, y tu corazón va a saltar de gozo con el de ellas. De acuerdo a Lucas entraron al lugar precipitadamente, como la luz del sol, anunciando que habían visto a Cristo. "Las mujeres volviendo del sepulcro dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás. Eran María Magdalena, Juana y María madre de Jacobo, y las demás con ellas, quienes dijeron estas cosas a los apóstoles. Más a ellos les parecían locura las palabras de ellas, y no las creían"(Lucas 24:9-11). Los que periódicamente dudan de Cristo, tomen nota y aliéntense. Los primeros seguidores de Cristo también tenían dudas.
El se rehusó a dejarlos solos con preguntas. Cuando vio a dos se sus discípulos caminando con dificultad había una Villa llamada Emaús: "Jesús mismo se acercó y caminaba con ellos. Más los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen. Y les dijo: Qué platicas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes? (v.15-17). Para esta tarea no servirían los ángeles, un emisario no seria suficiente, y no se enviaría un ejercito con los mejores soldados del cielo. Jesús mismo fue el que vino al rescate. Y cómo reforzó la fe de los discípulos? Mil cosas esperaban su orden. Él había marcado la crucifixión del viernes con un terremoto y un eclipse solar. El evangelio de Mateo revela que se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos"(27.52-53). Cristo podría haber llamado a algunos de ellos para que hablaran con Susana discípulos que iban camino a Emaús. O les podría haber dado un recorrido turístico por la tumba vacía. En realidad, podría haber hecho que las piedras hablaran o que una higuera bailara dando unas volteretas. Pero Cristo no hizo nada de eso. Qué hizo? "Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían"(Lucas 24:27)
Bien, que le parece? Cristo dictó una clase bíblica. Llevó al dúo camino a Emaús a través de un curso de estudio del Antiguo Testamento, desde los escritos de Moisés (Génesis hasta Deuteronomio) al mensaje de Isaías, Amós, y otros. Hizo el camino a Emaús un estudio bíblico cronológico, pausando para describir...tal vez el rugiente mar Rojo y las paredes de Jericó derrumbándose? El rey David tropezando? De importancia especial para Jesús era lo que las "Escrituras de él decían". Su rostro pintaba más historias del Antiguo Testamento de las que tal vez te imagines. Jesús es Noé, salvando a la humanidad de un desastre; Abraham, el padre de una nueva nación; Isaac, a quien su padre colocó en el alta; José, vendido por una bolsa de plata; Moisés, libertando a los esclavos; Josué, señalando la tierra prometida. Jesús, comenzando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, los llevó a través de las Escrituras.
Los dos discípulos dijeron como se sentían: "No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaban en el camino? "(Lucas 24:32). A esta altura, los tres habían pasado hacia el noroeste y habían salido de las rocosas colinas a un perfumado calle con una arboleda de olivos y deliciosos árboles frutales. El dolor y la sangre derramada en Jerusalén se encontraban a su espalda, olvidados en la conversación. La caminata de once kilómetros se sintió como un paseo de media hora. El tiempo pasaba con demasiada rapidez; los discípulos querían escuchar más. "Llegaron a la aldea adonde iban, y él hizo como que iba más lejos. Más ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros. Y aconteció que estando sentados a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió y les dio. Entonces le fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; más él se desapareció de su vista"(v.28-31). Jesús le enseñó la Palabra y partió el pan, y luego, como la neblina en una mañana de julio, desapareció. Recuerda, las dudas que no tienen respuesta producen discípulos inseguros. Por eso Jesús fue una promesa cumplida, a través de las escrituras y confirmada por sus discípulos.
Escrito por: Iris N. Torres Padilla
BUENAS NUEVAS es una publicación enfocada en presentar las buenas noticias en Puerto Rico, y el extranjero. Además de equipar al pueblo con su verdadera identidad eterna. Si desea compartirnos lo que harán en su comunidad o iglesia, tiene alguna petición etc. escríbanos a redaccion@buenasnuevaspr.com. Le invitamos a que nos comparta sus comentarios.
Bien, que le parece? Cristo dictó una clase bíblica. Llevó al dúo camino a Emaús a través de un curso de estudio del Antiguo Testamento, desde los escritos de Moisés (Génesis hasta Deuteronomio) al mensaje de Isaías, Amós, y otros. Hizo el camino a Emaús un estudio bíblico cronológico, pausando para describir...tal vez el rugiente mar Rojo y las paredes de Jericó derrumbándose? El rey David tropezando? De importancia especial para Jesús era lo que las "Escrituras de él decían". Su rostro pintaba más historias del Antiguo Testamento de las que tal vez te imagines. Jesús es Noé, salvando a la humanidad de un desastre; Abraham, el padre de una nueva nación; Isaac, a quien su padre colocó en el alta; José, vendido por una bolsa de plata; Moisés, libertando a los esclavos; Josué, señalando la tierra prometida. Jesús, comenzando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, los llevó a través de las Escrituras.
Los dos discípulos dijeron como se sentían: "No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaban en el camino? "(Lucas 24:32). A esta altura, los tres habían pasado hacia el noroeste y habían salido de las rocosas colinas a un perfumado calle con una arboleda de olivos y deliciosos árboles frutales. El dolor y la sangre derramada en Jerusalén se encontraban a su espalda, olvidados en la conversación. La caminata de once kilómetros se sintió como un paseo de media hora. El tiempo pasaba con demasiada rapidez; los discípulos querían escuchar más. "Llegaron a la aldea adonde iban, y él hizo como que iba más lejos. Más ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros. Y aconteció que estando sentados a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió y les dio. Entonces le fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; más él se desapareció de su vista"(v.28-31). Jesús le enseñó la Palabra y partió el pan, y luego, como la neblina en una mañana de julio, desapareció. Recuerda, las dudas que no tienen respuesta producen discípulos inseguros. Por eso Jesús fue una promesa cumplida, a través de las escrituras y confirmada por sus discípulos.
Escrito por: Iris N. Torres Padilla
BUENAS NUEVAS es una publicación enfocada en presentar las buenas noticias en Puerto Rico, y el extranjero. Además de equipar al pueblo con su verdadera identidad eterna. Si desea compartirnos lo que harán en su comunidad o iglesia, tiene alguna petición etc. escríbanos a redaccion@buenasnuevaspr.com. Le invitamos a que nos comparta sus comentarios.