Erika Mishel// BUENAS NUEVAS
@ErikaMishel12
Escribí este artículo en una de las tantas ocasiones que he pensado que ya no hay solución. En medio de todo, Dios me ha ayudado a ser una joven valiente conforme a su corazón.
Uno de los mayores dolores que podemos enfrentar es el de tener un corazón herido, las emociones quebrantadas, sentirse abandonado. Esto no debería sorprendernos ya que, según el Dr. Javier G. Hernández, el afecto es una de las mayores fuentes de alimentación del cerebro.
Escribí este artículo en una de las tantas ocasiones que he pensado que ya no hay solución. En medio de todo, Dios me ha ayudado a ser una joven valiente conforme a su corazón.
Uno de los mayores dolores que podemos enfrentar es el de tener un corazón herido, las emociones quebrantadas, sentirse abandonado. Esto no debería sorprendernos ya que, según el Dr. Javier G. Hernández, el afecto es una de las mayores fuentes de alimentación del cerebro.
¡El cerebro también se alimenta con cariño!
Podemos ver este ejemplo en la recuperación tan satisfactoria de pacientes graves que tienen a sus familiares cerca y que reciben el apoyo y amor incondicional. En fin, el amor también puede sanar.
Somos seres sociales, por lo tanto, estaremos buscando constantemente relacionarnos o conectarnos con algo o alguien (ejemplo de esto es la necesidad de un Like en Facebook, necesitamos conectar con alguien). Dios nos diseñó de esta manera, con la capacidad para amar y ser amados. Pero, ¿qué sucede cuando no recibimos la respuesta que esperamos al amor que entregamos? No se trata solamente de una pareja, puede ser un amigo que te traicionó, un padre ausente, una madre que te dio en adopción. Todos queremos tener alguien de quien podamos decir: me ama.
Alguna vez leí que "cuando tus sueños mueren, a menudo, los planes de Dios comienzan". Esto es difícil de creer cuando sientes que todo ha terminado para ti, cuando la esperanza se fue de vacaciones y solo quedó en ti la soledad.
Yo he vivido momentos así, no una sola vez, muchas veces. Más de las veces que he querido, mis sueños han desaparecido en la nada. Sé lo que se siente que un padre decida no estar cerca de mí, sé lo difícil que es aceptar que alguien en quien confiaste te decepcione, sé lo que es entregar el corazón y que lo regresen hecho puré. Lo curioso es que a veces ignoramos el hecho de que Dios se siente igual cada vez que lo rechazamos. Jesús entregó su vida en la cruz para demostrarnos que el amor y el perdón eran posibles aún en las peores circunstancias. El hecho de que Jesús haya muerto en aquella cruz fue una evidencia de que alguien te ama.
Confiar en los planes de Dios es andar sin ver. Yo tuve la oportunidad de ser asistente de una profesora de la universidad quien es ciega de nacimiento. Aunque ella era muy independiente (sorprendentemente independiente), parte de mis tareas era llevarla de la mano a cualquier lugar que ella necesitara (además de asegurarme que los estudiantes no hicieran trampa en su examen jeje). Desde que comencé esta grandiosa experiencia, la profesora y yo tuvimos una gran química, nos entendíamos perfectamente. Ella sabía que yo había entrado al salón solo por el sonido de mis pasos. Una vez, ella me pidió que le describiera todo lo que había a su alrededor. Es difícil explicar sobre colores a alguien que nunca los ha visto, pero sí podía describirlo con emociones que ella ya había sentido. Ella confiaba en mí aunque no pudiera ver. Eso me enseñó mucho sobre cómo Dios nos lleva por lugares que nunca hemos visto, en ocasiones, sin siquiera indicarnos hacia donde ir....sólo para confiar en que Él nos llevará al lugar correcto.
¡Confiar en Dios es una aventura! En ocasiones, Dios te pedirá que confíes en Él en el peor momento de tu vida. Justo en ese instante cuando sientes que todo acabó, que tus sueños e ilusiones han muerto, en ese momento Dios te dirá: "Confía en mis planes. Yo quiero llevarte a un mejor lugar."
Los No de Dios no son un simple No. Los No de Dios, en ocasiones, son un "espera un poco más", "tengo algo mejor para ti", "quiero que luches por eso", "demuéstrame que confías en mí". Cuando Dios dice No y es definitivo es porque eso que deseas te alejará completamente de Él y de sus cuidados. Por lo tanto, cuando mueran tus sueños, acércate más a Él y dile: "Dios, yo confío en ti. Esto que estoy viviendo no es lo que quisiera vivir, me duele y me siento destruido. Pero sé que tus planes serán siempre más grandes que mis sueños. Permite que mis sueños puedan alinearse con tus planes. Confió en ti, guíame."
"Pues yo sé los planes que tengo para ustedes, dice el Señor. Planes para lo bueno y no para lo malo para darles un futuro y una esperanza."Jeremías 29:11 NTV
@ErikaMishel12
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