Es el tiempo de frenar la ola del conformismo y plantarnos como estandartes a defender a la familia.
Pastor Luis Roig // Buenas Nuevas
pastoresroig@gmail.com
¿De qué manera nos conduciremos por el camino? ¿De forma prudente y sabia o a ciegas, siguiendo a la corriente?
Son preguntas que nos deberíamos estar haciendo en medio de todo lo que esta aconteciendo en Puerto Rico y en el mundo entero. La familia esta siendo atacada vilmente, la están desangrando y arrancando sus entrañas despiadadamente y lo que antes era esencial y fundamental en la vida ahora es efímero.El prudente se anticipa al peligro y toma precauciones. El simplón avanza a ciegas y sufre las consecuencias. Proverbios 22:3
¿De qué manera nos conduciremos por el camino? ¿De forma prudente y sabia o a ciegas, siguiendo a la corriente?
Hemos sido testigos de la atrocidad que se cometen contra los hijos a través de los medios; la sensibilidad se ha perdido. El gobierno ha abierto las puertas o esta tratando de abrirlas a la diversidad; algo que no tiene sentido pues va en contra de Dios. Pero lo que más sorprende es ver personas que estaban claras en sus convicciones y ahora toman estos movimientos de forma liviana como que hay que estar en onda!
En realidad eso es avanzar a ciegas tal y como dice la Palabra en Proverbios 22:3. Porque se nos hace difícil sostenernos en la verdad? Para no tener confrontaciones? Para agradar a la gente? Esa no la hace!
La valentía es algo que te ayuda a sobrevivir en medio del caos. Es el tiempo de frenar la ola del conformismo y plantarnos como estandartes a defender a la familia. La familia es la base de la sociedad y si desaparece; desaparecemos todos.
Dios nos esta dando la oportunidad hoy mismo de levantarnos y levantar una próxima generación que ame sus promesas y preceptos. Una generación mucho más intrépida que alcance a todo aquel que duda de la majestuosidad del Dios de la familia.
Hoy te digo a ti lector que no dejes de luchar por tu familia, no todo esta perdido! Dios sigue a tu lado y sigue caminando contigo. El mismo seguirá dándonos las fuerzas para tolerar, pero también nos ayudará a ser precavidos para obtener definitivamente la victoria. La familia no esta en peligro de extinción, la familia esta floreciendo y haciéndose más fuerte. Yo le creo a Dios.