Julio Román// BUENAS NUEVAS
Director y guionista de cine
En esta ocasión quiero compartirle acerca de la oración. Quizás usted está pensando: ¿Qué tiene que ver la oración con el cine?
Para nosotros, TODO.
SOLO CON LA PRESENCIA DE DIOS
Cuando comenzamos a hacer cine, no pensamos que estábamos entrando a un área en donde, el sistema del mundo, está completamente en contra de cualquier iniciativa del Reino de Dios.
Con toda honestidad puedo decirle que solo con la presencia y la gracia de Dios es que hemos podido dar los pasos que Él ha determinado que demos hasta este momento, y los que daremos en el futuro. No porque seamos especiales, pues no somos ni más, ni menos que otros hermanos. Somos hijos de Dios, que anhelamos hacer Su voluntad.
Nuestro pastor José Álvarez lleva mucho tiempo enseñándonos acerca de la oración. Para muchos cristianos este es un tema básico. Sin embargo, creo que en muchas ocasiones lo tomamos por sentado. Por las razones que sean. A veces no le damos la importancia que amerita, lo colocamos debajo de la lista de actividades religiosas, o simplemente pensamos que sabemos todo acerca de ella. En este escrito, voy a ser un eco de varias palabras que ha compartido nuestro pastor con nosotros.
SIN LA ORACIÓN ES IMPOSIBLE
Lo primero que quiero decirle es que sin la oración es imposible llegar al lugar que Dios desea que lleguemos, y cumplir con lo que Dios nos ha llamado a cumplir. Nuestro ministerio (Todas nuestras iniciativas en esta industria forman parte de nuestro ministerio) depende de la oración. Todo tiene que comenzar con la oración.
Usted no tiene idea de las cientos de decisiones (literalmente), que tenemos que tomar con cada uno de nuestros proyectos. La única manera de poder tomar las decisiones correctas es por medio de la oración.
No piense que podrá hacer algo grande, que tenga repercusiones eternas, sin sostenerse de la oración.
Cuando hablo de la oración, no me refiero al rito religioso que viene a la mente de muchos. Me refiero al contacto personal e íntimo con el Dios del universo. Una intimidad basada en amor, no en religión. Basada en nuestro deseo de estar con la persona que más nos ama. Basada en nuestro deseo de buscarlo primeramente a Él y su Reino, sabiendo que las demás cosas nos serán añadidas. Basada en el simple deseo que tiene un hijo, de estar con su Padre Celestial.
Así que, si usted tiene un sueño de Dios, sumérjase en la oración. No importa lo que sienta o no sienta. Esto no se trata de emociones. Lo que importa es que nuestro Padre Celestial desea estar con usted. La próxima semana le compartiré otros pensamientos acerca de la oración. Mientras tanto, mi recomendación: No deje de orar por nada del mundo. Es un asunto de vida o muerte.
Hasta la próxima semana.
Julito