23 de agosto de 2012

NADIE ME DIJO CÓMO DEBÍA VESTIRME

“La vida como un P.A” 


Julio Román//BUENAS NUEVAS
Director y guionista de cine

Recuerdo el día como si fuera ayer. Fue en el año 2002, me encontraba en unas conferencias de 3 días donde Sony estaba dando a conocer una nueva tecnología que se disponía a introducir al mercado. El nombre de la tecnología: “BluRay”. En fin, estaba en un tiempo de receso con un amigo, y una persona que conozco se acercó a nosotros a saludarnos. A renglón seguido nos dijo: “La semana próxima estaré trabajando en un comercial y necesito 2 P.A’s. Si les interesa me dejan saber.”


¿Qué es un P.A?

Eso fue lo primero que pensé. El último día de las conferencias, el compañero se acercó nuevamente para ver si podíamos ayudarlo con el asunto de los P.A’s.

¿Qué es un P.A? – Le pregunté.

“Es ‘Asistente de Producción’. Ayuda en distintas áreas de la producción. ” – Me dijo. En ese momento tomé una decisión que trazó mi camino en el cine, acepté la invitación.

Cuando llegó el día de filmación, planché un “docker” y una camisa elegante, me puse mis zapatos, me perfumé y salí de mi casa a las 4:00 am. Listo para mi primer día en la industria de cine.

Cuando llegué al set de filmación, me llevé la primera sorpresa. La mayoría de los presentes estaban vestidos con “T-shirt” y pantalones cortos, mientras yo parecía como si fuera para una entrevista de trabajo. Enseguida me enviaron a bajar el equipo del Departamento de Cámara, y a prepararme para ayudar al operador de cámara en todo lo que necesitara.

En menos de treinta minutos estaba todo sudado, mi ropa estaba asquerosa, y el crew ya me había vacilado por mi atuendo. Finalmente, luego de 16 horas de filmación, llegué a mi casa arrastrando los pies.

Durante el próximo año y medio, experimenté lo que era trabajar de 15 a 22 horas en un solo día de filmación, limpiar extensiones eléctricas cubiertas de lodo, quedarme horas después de que el crew se fuera para limpiar el lugar donde filmamos; llevarle agua al director, a los actores y todo el personal en el set; prepararle las frutitas a los “creativos” de las agencias de publicidad; ser ignorado por el 75% de las personas; estar horas parado en la calle debajo del sol con un cartel indicando en qué dirección es la filmación, entre muchas otras cosas.

Dos cosas siempre estuvieron en mi mente. La primera fue las palabras que mi Padre Celestial me dijo el primer día que pisé un set: “Estás aquí para aprender y para conocer a varias personas.” Así que decidí, que no importara lo que me enviaran a hacer, iba hacerlo en excelencia, y que aprendería de todos los que pudiera.

Lo segundo fue, que cuando fuera director de cine, siempre estaría agradecido de Dios por permitirme comenzar desde abajo.

En verano del 2003 escuché nuevamente la voz de Dios mientras estaba en un comercial. “Ya está bien. Este es el último comercial que trabajarás.” Y ese fue mi último día como P.A.

Varios meses después, varios compañeros que conocí mientras trabajaba en comerciales, me ayudaron gratuitamente a filmar el primer cortometraje que escribí y dirigí: “Bajo la Sombrilla”. Desde entonces he visto como Dios, si se lo permitimos, nos lleva paso a paso en nuestro andar espiritual.

¿Por qué les comparto esto?

Dos razones:

1- Nunca olvides desde dónde Dios te ha traído, y que no ha terminado contigo.
2- Siempre recuerda tratar a todos con respeto y dignidad, sin importar cuan baja es la posición que tenga. Nunca sabes lo que Dios tiene guardado para esa persona.

Hasta la próxima semana.
///Julito


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