Joel Hernández // Buenas Nuevas
+Buenas Nuevas Esta semana estuve de vacaciones con mi familia, pasándola muy bien. Lo interesante es que muchas veces en medio de nuestro diario vivir, sin darnos cuenta, le damos una adoración a nuestro Dios.
La adoración involucra cada momento de nuestras vidas, como la relación que puede tener un hijo con un padre. Por ejemplo, los hijos pueden honrarlos, dedicarles tiempo, obedecerlos, ayudarlos y amarlos sobre todas las cosas, sin darse cuenta le están dando una adoración a nuestro Dios.
Otro ejemplo es en la iglesia, podemos ponernos a disposición de los pastores, ayudando a los diferentes ministerios, limpiando el templo, comprometiéndonos con la obra. También podría ser cuando en nuestro noviazgo o matrimonio ponemos como prioridad hacer lo correcto como dar amor, respetar a nuestra pareja, honrarla, eso es también adoración.
La verdadera adoración tiene que venir de nuestro corazón, ese es el mejor regalo que le podemos dar a Dios. Qué más podemos pedir, si él realmente nos dio el mejor premio, nos entregó a su posesión más preciada, la vida de su único y amado hijo. Él es el regalo que perfectamente satisface nuestra necesidad.
Podemos concluir, que si no empezamos una relación con él, si no ponemos nuestra confianza en él, si no cambiamos nuestra vida, si no lo adoramos y abrimos nuestro corazón, entonces nos estaremos perdiendo el mejor regalo. Si deseas recibir este regalo, este es tu verdadero tiempo.
Hasta la próxima.
Joel
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