Ale Gómez // Buenas Nuevas
@pastoralegomez
Hay algo que ha detenido a miles de jóvenes a través de los siglos, hay un arma que nuestro enemigo ha usado para destruir los sueños y las visiones , hasta los mas valientes han quedado fuera de batalla ... y todavía hoy la carga de la culpa del pecado sigue cobrando victimas.
“... Estoy enamorado de la líder de alabanza...” (Pastor Joven casado) “...estoy ministrando jóvenes y todavía veo películas pornográficas y me masturbo, y no puedo salir...” (Líder de Jóvenes) “...yo abuse de niños y no puedo perdonármelo... todavía sigo atraído...” (Maestro de escuela dominical). Todos estos son testimonios verídicos...y el mensaje para ellos de mi corazón fue... El te sigue amando...
Estuve visitando hace unos años la cárcel de Sierra Chica y mi corazón latía fuertemente al saber que le llevaría ánimo a gente de la más peligrosa en Argentina...
Pero desde el momento que entre a la prisión, solo algo me llamo la atención, no encontré un solo vestigio de condena o de culpa a pesar de los horribles crímenes con que cargaban en sus historias, era como si alguien las había borrado de sus mentes y de sus corazones y todo en sus vidas continuara como si nada ocurriera...
Una vez escuche la historia de una mujer que por alguna razón había sufrido mucho durante su infancia. Esto la llevo a desvalorizarse a tal punto que a pesar de estar casada, había decidido vender su cuerpo al mejor postor. Un día, inesperado, pensó que había pasado desapercibida una vez mas entre tantas cosas que ocurrían en la ciudad. Pero para su sorpresa, de repente se encontró en el momento más difícil de su vida. Estaba frente a decenas de religiosos a punto de sepultarla bajo una montaña de piedras y así cumplir con la “justicia” de los hombres y la religión, por haberla encontrado en adulterio.
De repente, un hombre la miró fijamente a los ojos y ella sintió por primera vez que alguien la amó sin pedirle nada a cambio. Al sentir la pureza de su mirada, ella comenzó a recordar toda su suciedad y tristeza. El se inclinó y comenzó a escribir en la arena, ella no podía escuchar lo que sus acusadores hablaban con este hombre; pero de repente, uno a uno se fueron alejando avergonzados. Ella atemorizada, tomo la mano de este hombre que la ayudaba a levantarse, ella no lo sabia, pero algo marcaría para siempre la vida de esta mujer. Cuando ella inclinó sus ojos, esperó ver la inmensa lista de pecados que Jesús debía haber escrito... pero no encontró eso, encontró las palabras que cambiaron el rumbo de su vida.
A partir de ese momento, comenzó a seguirle, servirle y acompañarlo por todo lugar por donde Jesús y sus discípulos iban, incluso hasta el inesperado final.
Jesús iba cargando la cruz, allí estaba ella. Alguien que pasaba por allí le pregunto “... ¿Porque lloras por EL cuando tu vida corre peligro?...” Ella respondió como lo había hecho mil veces después de aquel encuentro
“...El escribió “Te amo”sobre la arena...”.
Jesús sigue escribiendo cada día “Te amo” y aunque te equivoques, aunque caigas siete veces y tropieces con la misma piedra, El lo volverá a escribir una y otra vez...
@pastoralegomez
Hay algo que ha detenido a miles de jóvenes a través de los siglos, hay un arma que nuestro enemigo ha usado para destruir los sueños y las visiones , hasta los mas valientes han quedado fuera de batalla ... y todavía hoy la carga de la culpa del pecado sigue cobrando victimas.
“... Estoy enamorado de la líder de alabanza...” (Pastor Joven casado) “...estoy ministrando jóvenes y todavía veo películas pornográficas y me masturbo, y no puedo salir...” (Líder de Jóvenes) “...yo abuse de niños y no puedo perdonármelo... todavía sigo atraído...” (Maestro de escuela dominical). Todos estos son testimonios verídicos...y el mensaje para ellos de mi corazón fue... El te sigue amando...
Estuve visitando hace unos años la cárcel de Sierra Chica y mi corazón latía fuertemente al saber que le llevaría ánimo a gente de la más peligrosa en Argentina...
Pero desde el momento que entre a la prisión, solo algo me llamo la atención, no encontré un solo vestigio de condena o de culpa a pesar de los horribles crímenes con que cargaban en sus historias, era como si alguien las había borrado de sus mentes y de sus corazones y todo en sus vidas continuara como si nada ocurriera...
Una vez escuche la historia de una mujer que por alguna razón había sufrido mucho durante su infancia. Esto la llevo a desvalorizarse a tal punto que a pesar de estar casada, había decidido vender su cuerpo al mejor postor. Un día, inesperado, pensó que había pasado desapercibida una vez mas entre tantas cosas que ocurrían en la ciudad. Pero para su sorpresa, de repente se encontró en el momento más difícil de su vida. Estaba frente a decenas de religiosos a punto de sepultarla bajo una montaña de piedras y así cumplir con la “justicia” de los hombres y la religión, por haberla encontrado en adulterio.
De repente, un hombre la miró fijamente a los ojos y ella sintió por primera vez que alguien la amó sin pedirle nada a cambio. Al sentir la pureza de su mirada, ella comenzó a recordar toda su suciedad y tristeza. El se inclinó y comenzó a escribir en la arena, ella no podía escuchar lo que sus acusadores hablaban con este hombre; pero de repente, uno a uno se fueron alejando avergonzados. Ella atemorizada, tomo la mano de este hombre que la ayudaba a levantarse, ella no lo sabia, pero algo marcaría para siempre la vida de esta mujer. Cuando ella inclinó sus ojos, esperó ver la inmensa lista de pecados que Jesús debía haber escrito... pero no encontró eso, encontró las palabras que cambiaron el rumbo de su vida.
A partir de ese momento, comenzó a seguirle, servirle y acompañarlo por todo lugar por donde Jesús y sus discípulos iban, incluso hasta el inesperado final.
Jesús iba cargando la cruz, allí estaba ella. Alguien que pasaba por allí le pregunto “... ¿Porque lloras por EL cuando tu vida corre peligro?...” Ella respondió como lo había hecho mil veces después de aquel encuentro
“...El escribió “Te amo”sobre la arena...”.
Jesús sigue escribiendo cada día “Te amo” y aunque te equivoques, aunque caigas siete veces y tropieces con la misma piedra, El lo volverá a escribir una y otra vez...