Foto calce: Cathy Cenzon-DeCarlo, una enfermera del Hospital monte Sinai en Nueva York, se vió obligada a participar en un desmembramiento en contra de sus creencias religiosas
Redacción // Buenas Nuevas
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El miércoles la Casa de Representantes de Estados Unidos adoptó la medida S. 304, conocida como el Acta de Protección a la Conciencia.
Esta medida, que yá fue hecha ley, proveerá recursos legales para aquellos que no deseen participar o condonar abortos. Al mismo tiempo prohibir de manera federal, estatal y local la discriminación o personalización en contra de aquellos proveedores de cuidado y salud que se rehúsen a proveer cobertura para abortos.
Tras un voto exitoso, uno de los defensores del proyecto de ley en el Congreso, EE.UU. Rep Doug Collins (. R-Ga), emitió la siguiente declaración:
"Como padre, pastor Bautista y capellán de la Reserva de la Fuerza Aérea, creo que tenemos la sagrada responsabilidad de proteger la vida de los niños no nacidos. Nuestras leyes actuales deben reforzarse para aquellos que comparten estas mismas creencias, especialmente a la luz de los repetidos ataques de ésta administración sobre las políticas pro-vida. Que a menudo, no se protegen los derechos de la conciencia."
Cathy [Cenzon-DeCarlo], una enfermera en el Hospital Monte Sinaí en Nueva York, se vio obligada a participar en el desmembramiento de un niño por nacer, en contra de sus convicciones religiosas. La Señora DeCarlo fue informado por personal de Monte Sinaí, que no podía optar de no participar en el procedimiento, bajo pena de perder su trabajo.
Se tomó una queja formal en la Oficina de Salud y Servicios Humanos, una demanda y tres años para que Monte Sinaí admitiera que estaban equivocados. Esta legislación ayudará a proteger a las personas como la Señora DeCarlo mediante la concesión a de un recurso legal para las personas con fuertes convicciones acerca de la santidad de la vida, en caso de que una organización o fuerzas individuales que violen sus creencias morales.
La Ley de protección a la conciencia también permitiría a las empresas y los planes adquiridos por organizaciones religiosas, a optar por cubrir o pagar por procedimientos médicos como el aborto, que violan sus convicciones religiosas.
"Nadie debe ser obligado por el gobierno para destruir las vidas de niños inocentes aún no nacidos. Creo firmemente que cada vida tiene valor, y que cada niño merece nacer."
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