“Todos asumimos riesgos, sufrimos una gran presión por parte del gobierno y de cualquier paso en falso nos puede llevar a la cárcel"
Redacción // Buenas Nuevas
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En una entrevista, un cristiano informó cómo se distribuyen las biblias en aquellos países donde la única forma para llevar el mensaje de salvación es a través del contrabando de libros.
Llevar la Palabra de Dios a países donde está prohíba la predicación del evangelio es un desafío. Pero los milagros que han presenciado los misioneros los anima a seguir, pues han entendido que vale la pena continuar con este propósito tan arriesgado. “Distribuir biblias clandestinamente es un trabajo que hay que hacer en equipo y el proceso es dilatado”, explica el colaborador.
Para llevar biblias a los cristianos en estos países, es necesario pensar y definir formas que no levanten sospechas por parte de los organismos de seguridad. “Muchas veces, tengo una idea que parece ser creativa para transportar biblias, pero sólo se puede llevar a cabo, si todos están de acuerdo con el plan. A veces las personas involucradas están en riesgo y no puedo obligarlos”, explica el cristiano.
El trabajo es difícil y quien lo realiza piensa primeramente en ayudar a los cristianos, por no hablar de los riesgos que sufren. “Todos asumimos riesgos, sufrimos una gran presión por parte del gobierno y de cualquier paso en falso nos puede llevar a la cárcel, pero hemos confiado en el Señor que nos ha salvado”. “Confieso que hay días en que estoy cansado. Pero sé que Dios quiere que yo continúe. Jesús está involucrado en esto y no voy dar marcha atrás”.
En decenas de países ser cristianos es peligroso y el simple hecho de tener una copia de la Biblia ya lo pone en riesgo, te puede llevar a la cárcel o sufrir una serie de persecuciones. Aun así, las iglesias y los pequeños grupos de cristianos que se forman en estos países necesitan la Palabra de Dios y son gente como este misionero que se esfuerzan por llevarle las Sagradas Escrituras en su idioma.
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En una entrevista, un cristiano informó cómo se distribuyen las biblias en aquellos países donde la única forma para llevar el mensaje de salvación es a través del contrabando de libros.
Llevar la Palabra de Dios a países donde está prohíba la predicación del evangelio es un desafío. Pero los milagros que han presenciado los misioneros los anima a seguir, pues han entendido que vale la pena continuar con este propósito tan arriesgado. “Distribuir biblias clandestinamente es un trabajo que hay que hacer en equipo y el proceso es dilatado”, explica el colaborador.
Para llevar biblias a los cristianos en estos países, es necesario pensar y definir formas que no levanten sospechas por parte de los organismos de seguridad. “Muchas veces, tengo una idea que parece ser creativa para transportar biblias, pero sólo se puede llevar a cabo, si todos están de acuerdo con el plan. A veces las personas involucradas están en riesgo y no puedo obligarlos”, explica el cristiano.
El trabajo es difícil y quien lo realiza piensa primeramente en ayudar a los cristianos, por no hablar de los riesgos que sufren. “Todos asumimos riesgos, sufrimos una gran presión por parte del gobierno y de cualquier paso en falso nos puede llevar a la cárcel, pero hemos confiado en el Señor que nos ha salvado”. “Confieso que hay días en que estoy cansado. Pero sé que Dios quiere que yo continúe. Jesús está involucrado en esto y no voy dar marcha atrás”.
En decenas de países ser cristianos es peligroso y el simple hecho de tener una copia de la Biblia ya lo pone en riesgo, te puede llevar a la cárcel o sufrir una serie de persecuciones. Aun así, las iglesias y los pequeños grupos de cristianos que se forman en estos países necesitan la Palabra de Dios y son gente como este misionero que se esfuerzan por llevarle las Sagradas Escrituras en su idioma.
El contrabando de Biblias durante 60 años
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