5 cosas que aprendí en el Congreso Ministerial de las Artes CREARE

Julio Román // Buenas Nuevas
@julitoroman
Este pasado fin de semana, Buenas Nuevas y Prophesy Productions, llevamos a cabo el primer Congreso Ministerial de las Artes CREARE. Le damos gloria a Dios por todo el apoyo que recibimos. El objetivo de este evento fue unir a los diferentes ministerios de artes del reino de Dios con el fin de edificarnos, equiparnos y motivarnos mutuamente.

Nuestra meta era tener 50 ministerios representados. Para la gloria de Dios se dieron cita alrededor de 60 ministerios, y 53 personas- la mayoría miembros de los diferentes ministerios-participaron en los talleres. Gloria a Dios. Sin embargo, más allá de alcanzar una meta numérica, lo que me llena el corazón fue ver el amor de Dios manifestado entre los hermanos. A través de CREARE aprendí muchas cosas. Quiero compartirte solo cinco.

Fluir en unidad provoca un gozo especial.

Ver como todos los Talentos que se dieron cita en CREARE se conectaban unos con otros, hablaban, compartían y disfrutaban me llenó de un gozo inmenso. Realmente, se percibía un espíritu de unidad en la atmósfera y eso provocó un gozo especial que muy pocas veces había experimentado. No era un asunto de si eran “conocidos” o no. Simplemente, éramos hermanos en Cristo que compartimos un llamado por las artes, fluyendo en el amor de Dios. Fue sobrenatural.

Si Dios pone algo en tu corazón, simplemente hazlo.

Luego de haber estrenado dos películas en las salas de cine, haber trabajado en otros estrenos y diferentes eventos, pensaba que ya estaba “curao de espanto” en estas cosas. Sin embargo, durante días, aún el día del evento, estaba sumamente nervioso. La razón: Ummm, no sé. Solamente estaba nervioso y no entendía porqué.

Al finalizar la noche, el nerviosismo se había ido. En ese momento aprendí: “Simplemente hazlo”. Cuando Dios te ponga algo en el corazón, simplemente hazlo. Vas a sentir temor, vas a sentir nerviosismo, es posible que sientas inseguridad y hasta quizás sientas que fracasarás, pero si Dios lo puso en tu corazón, enfrenta el temor y hazlo. Así de simple.

Si tu intensión es pura, las personas lo verán.

Una de mis preocupaciones más grandes con CREARE era que las personas entendieran nuestro corazón. Que entendieran lo que era CREARE, pero igualmente importante, lo que NO era.

Para mí era sumamente importante que entendieran que en nosotros no había ningún tipo de agenda escondida. Que estuvieran claros de que no había ninguna agenda económica, ninguna agenda de protagonismo, ninguna agenda de aprovecharnos de ellos. Eso NO era CREARE. Nuestra única agenda era hacer lo posible por responder la oración que Jesús hizo: “para que todos sean uno; como tú, Padre, en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste”. Juan 17:21.

Sin embargo, toda preocupación se disipó cuando vi que los Talentos que se dieron cita en CREARE habían percibido nuestro corazón. La realidad es que si lo que estamos haciendo es de Dios y lo estamos haciendo con un corazón limpio y puro, todos aquellos que estén en línea con nuestro Padre celestial lo van a percibir.

Ningún paso es pequeño.

Cuan grande o cuan pequeño es algo es una perspectiva terrenal. La realidad es que si es de Dios, es grande y punto.

Cuando comenzamos a coordinar el evento, pensamos, “Este es nuestro primer año, vamos a hacer algo pequeño. Un solo día, un grupo manejable de invitados, algo sencillo, un pequeño paso”. Sin embargo, cuando estábamos a pocos días del evento, el Señor ministró a mi corazón, “Ningún paso dentro de mi Reino es pequeño. Todos tienen un impacto eterno. Este evento es grande”. En ese momento aprendí. En el reino de Dios ningún paso es pequeño.

Todos estamos clamando por la unidad.

A pesar de que la mayoría de los cristianos estamos tan involcrados en nuestros propios asuntos, al nivel de que tendemos a aislarnos, la realidad es que en el fondo todos estamos clamando por la unidad del cuerpo de Cristo. Todos anhelamos estar en koinonía con nuestros hermanos. Todos soñamos con ver a los discípulos de Jesús unidos en un mismo espíritu.

Por mucho tiempo pensé que esa unidad era imposible. Luego de ver lo que ocurrió este pasado sábado en CREARE, mi mentalidad al respecto cambió. Después de todo, ¿Oraría Jesús por algo que él sabe que no pasaría? No lo creo. Si alguien sabe cómo orar, es nuestro Señor Jesús. Si Él oró por unidad, cedidos al Espíritu Santo podemos llegar a la unidad.