La Confianza
@GeishaDeJesus
Los días de escuela son momentos memorables que nunca vuelven. Las amistades y las anécdotas vividas, las maestras y las materias son cosas que nos marcan para el resto de nuestras vidas. Es ese escenario, entre otros, en donde se desarrollar el carácter de una persona.
Debemos entender lo que es el carácter. Muchos lo confunden con el temperamento de una persona. Ha escuchado “es que su carácter es bien fuerte”, haciendo referencia a que es una persona seria, o que hace todas las cosas por el libro. Es por esto que debemos definir el concepto “carácter”.
El carácter es el “conjunto de cualidades que condicionan la conducta de cada individuo”. Me atrevo a decir que uno de los componentes o cualidades básicas del carácter es la confianza. Si una persona tiene confianza en sí misma, entonces proyectará un carácter ameno, seguro, se podrá relacionar de manera saludable con otras personas etc. Entonces podemos decir que si la confianza de una persona se lacera, el resultado será un carácter distorsionado.
Esto me recuerda una anécdota. Una niña que amaba el aprender en su escuela y estar con sus compañeros de clase, de unos 9 años de edad, está a punto de entrar a la clase de la maestra considerada la más “mala”. Fama que la ganó por sus métodos de “disciplinar” a los niños. Era típico verla en la puerta del salón de clases con un metro (una regla de medir muy larga). Adicional a ese elemento temido por los niños, era conocida por halar las patillas de los estudiantes, cuando se “portaban mal”. Era el día de entregar un proyecto especial. La niña de 9 años se acerca a la maestra cuando acaba la clase, para entregar el proyecto, que ninguno de los otros compañeritos había entregado. Se imaginarán como se sentía la niña al acercarse a la maestra “más temida”. El simple hecho de acercarse a ella la aterraba. La maestra la miró fijamente a los ojos, y mientras colocaba en su maletín el registro, entre otros papeles le dice: “entrégamelo mañana”.
La niña volvió a su asiento, guardó el cartapacio que contenía el proyecto, y guardo en su bulto la libreta y demás utensilios escolares. Al siguiente día, luego de entrar y acomodarse en su pupitre, la niña recuerda el proyecto y se dirige a la maestra que estaba en la puerta “recibiendo” con el metro en la mano, a los compañeritos de clase. La maestra en tono fuerte le dice frente a sus compañeritos, “ese proyecto lo debiste haber entregado ayer y no hoy; así que no lo acepto”. En ese momento esa niña se sintió del tamaño de una hormiga. Era típico que esta maestra corrigiera a los niños en frente de todos para que se “abochornaran” y cambiaran su manera de “comportarse”. Llorosa le dio la espalda a la maestra. Desde ese momento la niña hacía pocos acercamientos a personas de autoridad, y a fuerzas hacia sus oratorias frente a la clase.
En esta anécdota podemos ver como la confianza de esa niña fue lacerada, no porque ella quisiera, sino por la interacción con una persona que “debía instruirla”, darle ejemplo y “enseñarle”.
Con toda probabilidad los que deben ser ejemplo o figuras que deben modelar ciertas cualidades para que crecieras con una confianza saludable no hicieron su mejor esfuerzo. Fuera intencional o por falta de conocimiento es necesario que pasemos la página.
Ahora bien, ¿cómo vas a crecer en confianza cuando tu ambiente no fue el mejor?
Los días de escuela son momentos memorables que nunca vuelven. Las amistades y las anécdotas vividas, las maestras y las materias son cosas que nos marcan para el resto de nuestras vidas. Es ese escenario, entre otros, en donde se desarrollar el carácter de una persona.
Debemos entender lo que es el carácter. Muchos lo confunden con el temperamento de una persona. Ha escuchado “es que su carácter es bien fuerte”, haciendo referencia a que es una persona seria, o que hace todas las cosas por el libro. Es por esto que debemos definir el concepto “carácter”.
El carácter es el “conjunto de cualidades que condicionan la conducta de cada individuo”. Me atrevo a decir que uno de los componentes o cualidades básicas del carácter es la confianza. Si una persona tiene confianza en sí misma, entonces proyectará un carácter ameno, seguro, se podrá relacionar de manera saludable con otras personas etc. Entonces podemos decir que si la confianza de una persona se lacera, el resultado será un carácter distorsionado.
Esto me recuerda una anécdota. Una niña que amaba el aprender en su escuela y estar con sus compañeros de clase, de unos 9 años de edad, está a punto de entrar a la clase de la maestra considerada la más “mala”. Fama que la ganó por sus métodos de “disciplinar” a los niños. Era típico verla en la puerta del salón de clases con un metro (una regla de medir muy larga). Adicional a ese elemento temido por los niños, era conocida por halar las patillas de los estudiantes, cuando se “portaban mal”. Era el día de entregar un proyecto especial. La niña de 9 años se acerca a la maestra cuando acaba la clase, para entregar el proyecto, que ninguno de los otros compañeritos había entregado. Se imaginarán como se sentía la niña al acercarse a la maestra “más temida”. El simple hecho de acercarse a ella la aterraba. La maestra la miró fijamente a los ojos, y mientras colocaba en su maletín el registro, entre otros papeles le dice: “entrégamelo mañana”.
La niña volvió a su asiento, guardó el cartapacio que contenía el proyecto, y guardo en su bulto la libreta y demás utensilios escolares. Al siguiente día, luego de entrar y acomodarse en su pupitre, la niña recuerda el proyecto y se dirige a la maestra que estaba en la puerta “recibiendo” con el metro en la mano, a los compañeritos de clase. La maestra en tono fuerte le dice frente a sus compañeritos, “ese proyecto lo debiste haber entregado ayer y no hoy; así que no lo acepto”. En ese momento esa niña se sintió del tamaño de una hormiga. Era típico que esta maestra corrigiera a los niños en frente de todos para que se “abochornaran” y cambiaran su manera de “comportarse”. Llorosa le dio la espalda a la maestra. Desde ese momento la niña hacía pocos acercamientos a personas de autoridad, y a fuerzas hacia sus oratorias frente a la clase.
En esta anécdota podemos ver como la confianza de esa niña fue lacerada, no porque ella quisiera, sino por la interacción con una persona que “debía instruirla”, darle ejemplo y “enseñarle”.
Con toda probabilidad los que deben ser ejemplo o figuras que deben modelar ciertas cualidades para que crecieras con una confianza saludable no hicieron su mejor esfuerzo. Fuera intencional o por falta de conocimiento es necesario que pasemos la página.
Ahora bien, ¿cómo vas a crecer en confianza cuando tu ambiente no fue el mejor?
- Determínate a descubrir tus cualidades
Todos hemos nacido con diferentes talentos, dones o habilidades. Unos hablan más, otro menos, hay quienes son buenos en las artes o la tecnología, otros son más analíticos y estructurados etc. Sea cual sea tu “talento especial”, tenlo por mucho. No te compares con otros. Haz una lista de esas cosas únicas que tienes. Te sorprenderás del potencial que tienes.
- No busques la aprobación de otros
Lamentablemente no podemos hacer felices a todos. Todas las personas tienen diferentes expectativas o exigencias. Permíteme decirte que no podemos complacer a todo el mundo. Debes buscar tu felicidad y sentirte satisfecho(a) contigo mismo(a). Sea cual sea tu historia, te aseguro que hay algo maravilloso en ti. Tienes que valorarte tú, amarte tú.
- Decide perdonar
Si, perdonar. En ocasiones quienes han lacerado la confianza en nosotros(as) mismos han sido los más allegados. Es necesario perdonarlos, dejarlos libres. Hazles una nota enumerando tus razones para sentirte de esa manera con esa persona, y déjalos ir. En ocasiones nos abrimos con una persona, y damos nuestro 100%, y esa persona no lo valoró; debes perdonar. No puedes privar a otros que conozcan el ser maravilloso que eres, por causa de aquellos que te quisieron dañar.
La confianza en nosotros(as) mismos es algo que se construye con el tiempo. Ese esfuerzo que toma tiempo, lamentablemente alguien puede dañarlo en segundos. Pero es nuestra decisión levantarnos y crecer en confianza en nosotros mismos. La niña de 9 años tuvo que decidir perdonar, y salir del caparazón que había construido por causa de esa “maestra”. Te animo a que confíes en las capacidades que tienes; ve por más, haz un plan para alcanzar tus sueños; determínate a ser diferente y muéstrale al mundo lo grande que eres. Esa niña de 9 años era yo. Siempre hay oportunidad para ser mejor. Sigue adelante.
Buenas Nuevas es una publicación enfocada en llevar las buenas noticias de Puerto Rico y latinoamerica. Llevar noticias cristianas o que aporten un bien a nuestra sociedad es nuestro compromiso. Si desea compartirnos lo que harán en su comunidad o iglesia, tiene alguna petición etc. escríbanos a redaccion@buenasnuevaspr.com. Le invitamos a que nos comparta sus comentarios.
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