Grupo Puerto de Milagros
Si tan solo pudiéramos ordenar la vida como pedimos una taza de café gourmet. No te encantaría poder mezclar a tu gusto los ingredientes de tu futuro?. "Dame una taza grande y bien caliente de aventuras, sin peligros, con dos cucharadas de buena salud". "Un café descafeinado de larga vida, por favor, con unas gotitas de fertilidad. Con mucha agilidad y sin nada de discapacidades". "Quiero un moca de placer con indulgencias extra. Asegúrate de que no tenga malas consecuencias". "Quiero el café con leche de felicidad, con una porción de amor y por encima, ponle una jubilación por Europa". Llévame a esa cafetería. Que lastima que no existe. La verdad es que ha veces la vida nos da un mejunje completamente diferente al que hemos pedido. Te has sentido alguna vez como si el que hace los cafés arriba llamó tu nombre y te dio una taza de estrés?. Es que la vida tiende cafeína con sorpresas. Modificaciones, transiciones, alteraciones. Simplemente no sabemos. En nuestra lista de temores, el temor a lo que sigue demanda un lugar prominente. Tal vez pidamos una vida descafeinada, pero no la recibimos.
Tampoco los discípulos. Jesús les dijo a sus discípulos que se iba (Juan 14:28). Imagínate el impacto cuando escucharon esas palabras. Las habló en la celebración de la noche de la Pascua. El jueves en la noche, en el aposento alto. Cristo y sus amigos acababan de disfrutar de una tranquila cena en medio de una semana caótica. Tenían razones para sentirse optimistas: la popularidad de Jesús estaba en aumento. Las oportunidades eran cada vez mas. En tres cortos años, las multitudes habían levantado a Cristo a un lugar de prominencia. Él era la esperanza del hombre común. Los discípulos estaban hablando con palabras del reino, listos para enviar fuego sobre sus enemigos, luchando para conseguir posiciones aventajadas en el consejo ministerial de Cristo. Se imaginaban la restauraron de Israel a sus días de gloria. Sin ocupación romana ni opresión extranjera. Ese era el desfile de libertad, y Jesús era el que lo encabezaba. Y ahora esto? Jesús les decía que se iba. El anuncio los sorprendió. Cuando les explicó: "Y sabéis a donde voy, y sabéis el camino". Tomás, con bastante exasperación, respondió: "No sabemos a donde vas; como pues podemos saber el camino?".(Juan 14: 4-5). Cristo les dio a sus discípulos una taza de una enorme transición, y ellos trataron de devolvérsela. No habríamos hecho lo mismo nosotros?. Y sin embargo, quién tiene éxito?. Qué persona vive sin sorpresas? Si no quieres cambio, ve a una maquina que vende refrescos; ese es el único lugar donde no hay cambio.
Recuerdas el resumen que hizo Salomón?
Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del sol tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; Tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado. Tiempo de matar y tiempo de curar. Tiempo de destruir y tiempo de edificar. Tiempo de llorar y tiempo de reír. La forma en que nos dejamos sobrecoger por el pánico cuando vemos que viene un cambio. Los cambios hacen que nuestra vida tenga altibajos, y cuando eso sucede, Dios envía a alguien especial para que nos estabilice. En la víspera de su muerte, Jesús les dio esta promesa a sus discípulos: "Más el Consolador, el Espíritu Santo a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, unos recordarán todo los que os he dicho. La paz os dejo mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo"(Juan 14:26-27 Consolador significa "amigo, ayudador, intercesor, fortalecedor, alguien siempre listo para ayudar". El Espíritu Santo ha sido designado para venir a nuestro lado. Él es la presencia de Jesús con y en los seguidores de Cristo. Los discípulos necesitaban ese aliento. Es la noche del jueves antes de la crucifixión. Para el amanecer del viernes, ellos abandonarían a Jesús. La hora del desayuno los encontrará escondiéndose en cualquier rincón y lugar apropiado. A las nueve de la mañana, los soldados romanos clavarán a Jesús en una cruz. A esa misma hora mañana. Él ya habrá muerto y habrá sido enterrado. El mundo de ellos está a punto de ser completamente trastornado. Y Jesús quiere que ellos sepan que nunca enfrentaran el futuro sin su ayuda. Tampoco lo enfrentarás tú. Tienes un compañero de viaje....Dios. Ten presente que Cristo viene.
Escrito por: Iris N. Torres Padilla
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