Joel Hernández// BUENAS NUEVAS
Grupo Puerto de MilagrosCuando pensamos en la palabra testimonio, por lo regular a nuestra mente viene el concepto de los sucesos vividos por una persona y en muchas instancias esos sucesos envuelven violencia, drogas y muchas cosas más. En muchos lugares las puertas se abren solamente en mencionar el testimonio violento que una o cual persona haya tenido. En mi caminar hemos podido encontrar personas que me comentan que su testimonio es más intenso que el otro, y muchas veces tenemos hasta competencias a ver cual testimonio es más escalofriante.
Hoy les quiero presentar el testimonio de un joven que se crió en la iglesia, que participo en las sociedades de niños, adolescentes, jóvenes, caballeros y que ha participado de todas las cosas relacionadas al Reino de Dios. Su testimonio es uno de participación en la vida de la Iglesia, sus travesuras fueron en la iglesia, sus caídas fueron en la Iglesia, sus victorias fueron y son en la Iglesia, es decir; toda su vida a sido para Dios en la Iglesia. Eso no quiere decir que la salvación es por los años en el evangelio, ya que tuvo que aceptar que también era un pecador y tuvo que confesar que Jesucristo es el Señor.
Este testimonio es para aquellos(as) que piensan que no tienen testimonio porque no tienen un resume lleno de violencia o cualquier otra cosa. Tu testimonio de entrega, dedicación, sujeción, disciplina, es también un poderoso testimonio de las cosas que Dios puede hacer con aquellos(as) que se entregan a Él de todo corazón. Es un testimonio el poder permanecer en la vida de la Iglesia honrando a Dios por encima de todos los deseos que experimentamos, es un testimonio el poder ser capaces de resistir las más y recias tentaciones y poder decir que Dios nos ayudo a permanecer. No estoy hablando de gente santa, estoy hablando de pecadores que desean vivir en separación para Dios.
Para finalizar les presento a ese joven descrito en estas líneas, eso soy yo. Un joven que pensaba que no tenia testimonio pero que con el tiempo aprendí que en medio de un mundo lleno de tantas situaciones que nos asedian, el permanecer adorando a Dios toda la vida sin mirar atrás es un testimonio poderoso. Si al igual que yo tu vida se parase a la mía, tienes un testimonio digno de admirar. Que la Paz de Dios sea contigo y los tuyos, siempre.
Escrito por: Pastor Jesús A. Semidey Cepeda