@ErikaMishel12
¡Relaciones! ¿Quién podría vivir sin ellas? A pesar de la gran complejidad de las relaciones, los seres humanos somos incapaces de vivir sin relacionarnos. En esta era moderna, el internet y las redes sociales han tomado un papel importante en la necesidad de relacionarnos. Hay personas que anhelan desesperadamente un “like” en Facebook. Esto sucede, en serio. ¿Por qué? Necesitamos conectar con otros. Las relaciones son conexiones.
Paulo Coelho asegura que podemos tener todos los medios de comunicación del mundo, pero nada sustituye la mirada del ser humano.
Existe un elemento mágico (por decirlo de alguna forma) en las relaciones. Existen relaciones de todos tipos: de trabajo, de estudios, de pareja, de familia, con nuestras mascotas. Todo aquello con lo cual nos sentimos conectados, es un elemento para crear una relación.
Maslow, postula en su teoría que nuestras necesidades van en orden: fisiológicas, seguridad, social (amor y pertenencia), estima y autorrealización. Además, existen otras teorías que demuestran que el aprendizaje cooperativo (en pares) es más afectivo. En conclusión, no podemos vivir sin relaciones.
Hoy vamos a hablar un poco sobre las relaciones co-dependientes.
¿Alguna vez has oído sobre ellas? O peor aún, ¿has estado en una? Si conoces de alguien o tú mismo has estado en esta situación, este post es para ti.
¡Vamos!
Co-dependencia: constante presencia y sostén de otra persona considerada necesaria y aun esencial para la seguridad personal.
¿Te suena familiar?
Veamos las señales de advertencia:
- Si prefieres estar todo el tiempo a solas con esa persona (no en grupo o con amigos) y te frustras si no lo logras.
- Si cuando la otra persona se aleja, te sientes deprimido.
- Si pierdes constantemente el interés en otras amistades o familia: tu concentración principal es la otra persona.
- Si no puedes ver las fallas de la otra persona o justificas cada cosa que haga.
- Si tienes temor al rechazo. Esto provoca que ignores los detalles que son relevantes a la dirección de tu relación.
- Si notas que tu autoestima ha disminuido desde que estás con esa persona o desde un punto clave de la relación.
- Si te cuesta tomar decisiones sin esa persona.
- Si necesitas todo el tiempo que te necesiten.
- Si no puedes expresar tus preocupaciones sobre la relación por miedo a que la otra persona te deje o se enoje contigo.
¿Por qué permitimos que estas señales se manifiesten y persistan?
Por la falta de límites precisos.
Los límites son precisamente barreras que evitan que se crucen líneas que serán difíciles de regresar a su estado original.
Amar es un riesgo, y eso lo sabemos. Sin embargo, debemos estar conscientes de que si no establecemos límites claros, la relación será guiada a un propósito equivocado.
Límites débiles
- Permiten que otras personas los lastimen (y lo justifican) y se preguntan por qué se sienten lastimados.
- Toleran, permiten y hacen cosas que juraron que no harían.
- En respuesta sexual, tienen relaciones sexuales cuando en realidad desearían ser abrazados, protegidos y amados. Se da una cosa fácil, esperando algo valioso a cambio.
A este tipo de relaciones les llamo: relaciones Romeo y Julieta.
¿Conoces su historia?
Finalmente, Romeo encuentra a su amada Julieta postrada en una cama, aparentemente muerta. Romeo toma un frasco de veneno y lo toma. Luego, Julieta se levanta de un estado catatónico provocado por otro tipo de veneno. Al ver que su amado Romeo está muerto en el suelo, ella toma el puñal de Romeo y se provoca una herida que la lleva a la muerte.
Y aun así, la historia de Romeo y Julieta es una de las historias más populares en la literatura.
¿Por qué Romeo y Julieta tomaron la decisión de morir al ver al amor de su vida muerto?
Su vida dependía del otro.
No me malentiendas. El amor es hermoso y nos puede llevar a tener relaciones sanas en la cual dependamos en pequeños grados del otro. El problema comienza a surgir cuando no podemos vivir sin la otra persona. Si no podemos funcionar como ser humano. En nuestra adolescencia, es posible que recurramos a este tipo de relaciones. Sobre todo si nos sentimos alejados de nuestros padres o seres queridos. Vamos a querer encontrar protección y seguridad en la otra persona.
¿Sabes? Estar enamorado es la sensación más hermosa del universo, pero debemos entender que en el único lugar donde hallaremos refugio seguro y eterno es en los brazos de Jesús. A través de él podemos recibir todo el amor de nuestro Creador y Padre Celestial.
¿Cómo puedo salir de una relación co-dependiente?
Ten en cuenta estos puntos:
- Acepta que cada persona es responsable de sí misma: tú eres responsable de tu corazón, tus emociones y cómo reaccionas ante las situaciones. Debes cuidar que no dependas de que otra persona te preste atención para sentirte importante o valioso. ¡Tú ya lo eres!
- Ten en cuenta que, como dice Charles Stanley, todo aquello a lo cual nos aferremos lo perderemos. Este es un principio de vida muy interesante. Amar no es sinónimo de aferrarse. Si estamos constantemente necesitando que alguien nos llene, vamos a estar desesperados y nos sentiremos vacíos si no sucede lo que esperamos. No te aferres a nada ni a nadie, todo lo podríamos perder, excepto a Dios y a nosotros mismos.
- Establecer límites precisos: los límites son los que te ayudarán a entablar relaciones saludables. Por ejemplo: muchas parejas comienzan a tener intimidad física al poco tiempo de conocerse. Esto provoca que se creen lazos físicos y sexuales, los cuales son fuertes y difíciles de dominar. Estos lazos crearán mayor dependencia y una necesidad absoluta de satisfacer tus deseos junto a esta persona. De pronto, la otra persona se convierte en un objeto.
- Ser justo, no comenzar una relación si se sabe que no desea tenerla. Muchas veces comenzamos relaciones no saludables sabiendo que la relación no irá a ninguna parte. Podemos pensar que es que el momento adecuado para comenzar una relación y que ya estamos preparados, pero esto no significa que comenzarás la relación tan pronto lo sientas. Toma el tiempo para conocer a la persona en serio. Conoce sus intereses, gustos, metas, defectos, modos de comunicarse. Esto no asegura que lo conocerás un 100%, pero te ayudará a tener un panorama más claro de la relación.
- Lo que tienes es lo que es. No…y dije no. No puedes comenzar una relación con la esperanza de que la otra persona va a cambiar. En ocasiones, notarás señales de advertencia los cuales ignorarás pensando que tu pareja cambiará con el tiempo. ¡Falso! Las personas sí cambian, pero cuando comprenden que deben cambiar y entregan su voluntad para hacerlo, no para complacerte. Lo que conoces de esa persona es justo lo que tendrás siempre.
- Una relación no puede funcionar si uno siempre trata de salvar al otro. Esto va para ambos: para el que es co-dependiente y para el que recibe esa respuesta. Una relación es una conexión recíproca entre dos seres. Es decir, es una falacia decir que somos medias naranjas. En realidad, somos naranjas completas que se unen para hacer un grandioso jugo de naranja (jajaja me imaginé unas caricaturas…).Por lo tanto, no podemos salvar siempre a la otra persona. La biblia dice que valen más dos que uno porque ambos pueden trabajar para obtener y disfrutar el fruto de su trabajo. Enfoca tu relación a una dirección productiva. Evalúen, además del amor y el deseo de estar juntos, ¿qué más nos une?
- ¡HUYE! Cuando una relación no nos está llevando a ningún lado, debemos aceptarlo y huir de la misma. Si no lo haces serás como aquel que está en un incendio y se queda para ver cómo se queman las paredes: terminará quemado también. Toma las fuerzas y el valor…sal de esa relación.
@ErikaMishel12
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