La revista Time, sigue siendo considerada una de los más influyentes en el mundo. La semana pasada, su artículo de portada fue sobre el juicio de legitimidad del matrimonio gay en la Corte Suprema. Esta semana, se dirigió a la gran influencia de las iglesias evangélicas latinas en el escenario actual.
“La Reforma Latina”, dice el titular en letras amarillas, mientras que el subtítulo, afirma que “en el interior de las iglesias hispanas se está transformando la religión en Estados Unidos”.
Directamente, la publicación reconoce que hay un cambio en el panorama religioso de Estados Unidos, lo que podría influir en el mundo en el futuro.
El aumento de la influencia latina ha sido reconocido políticamente en las recientes elecciones presidenciales. Los estudiosos han señalado que años atrás, mientras la mayoría de los blancos eran cada vez menos religiosos, la “Reforma Latina” ha hecho que las iglesias sean más frecuentadas por los latinoamericanos y sus descendientes para duplicar su tamaño en pocos años.
Al igual que en sus países de origen, muchos de ellos eran fieles católicos, pero se sentían atraídos por los servicios pentecostales, su música alegre y la promesa de milagros y prosperidad. Especialmente para los inmigrantes de primera generación, las iglesias se convirtieron en una especie de refugio, casi una nueva familia lejos de casa.
Con los recientes debates en el Congreso sobre las leyes de inmigración, miles de estos hispanos evangélicos pueden quedarse en los EE.UU., lo que sin duda afectará a las generaciones futuras.
Después de todo, los latinos evangélicos son el segmento de más rápido crecimiento en la iglesia de América. Según el Foro Pew sobre Religión y Vida Pública, más de dos tercios de los 52 millones de latinos viven en los EE.UU. y son católicos, en el 2030, esa cifra podría acercarse al 50%, porque muchos estarían tornándose evangélicos como en la mayoría de los países de América Latina.
Uno de los signos claros de esta influencia, es que cada vez es mayor la consolidación de la mega iglesia hispana, con servicios en español. No más como un ministerio dentro de las iglesias, cuya mayoría de miembros y nacidos son Estados Unidos que sólo hablan inglés.
El pastor Wilfredo De Jesús, por ejemplo, conduce la iglesia del Nuevo Pacto de las Asambleas de Dios en Chicago, con 17 mil miembros. En el 2000, sólo había 100 personas para la adoración. Esta es ahora la iglesia más grande de las Asambleas de Dios de los Estados Unidos. Y el proceso se invierte, son las iglesias latinas que tienen un ministerio en inglés que buscan alcanzar a la generación más joven, que no domina o no habla español. Por otra parte, se hizo más fácil enviar y apoyar misioneros en los países de América Latina donde los evangélicos siguen siendo una minoría, pero el dólar se mantiene fuerte.
El aumento de latinos evangélicos es cada vez más mayor y se convierte en un reto tanto para la Iglesia Católica Romana y de la Convención Bautista del Sur (SBC por sus siglas en inglés), la denominación evangélica más grande en los EE.UU. Richard Land, ex-presidente de Ética de la SBC y la Comisión de Libertad Religiosa, desafió a los pastores bautistas hace cuatro años para invertir en la evangelización de América.
Se estima que el 40% de los bautistas del sur, son inmigrantes indocumentados en el país. Rick Warren, pastor de la Iglesia Saddleback en California, admite que “el mayor crecimiento de todo se produce en las iglesias pentecostales”. “Es una historia que ya no puede ser ignorada”, dijo.
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