Las palabras importantes 2
director y guionista de cine
La semana pasada comencé a compartirles acerca de varias palabras que han sido muy importantes en mi vida. Ya vimos las primeras tres. Hoy deseo compartirles algunas más.
4- Debemos vivir como hijos
Si tenemos a Jesús en nuestro corazón, tenemos un Padre Celestial. Como un Padre bueno, ha colocado en nuestra vida a una persona que nos enseña, aconseja, apoya y guía. Esa persona es nuestro padre espiritual, nuestro pastor. En mi caso, esa persona es el Apóstol José R. Álvarez. Es quien coloca sus manos sobre mi cabeza con el fin de impartirme su unción, quien me ha enseñado y amado durante 14 años. Es mi ejemplo de lo que es ser un hombre de Dios.
Por otro lado, Dios nos colocó bajo la cobertura de un padre espiritual para servirle y fluir en sinergia con él, para cumplir la misión que Dios ha puesto en su corazón. En ocasiones, he escuchado a jóvenes decir: “En mi iglesia no me apoyan.” Esas son palabras de huérfano. Un huérfano espiritual busca lo suyo, no lo del reino. Dios no nos colocó en la iglesia para que esta cumpliera nuestra visión, nos puso a nosotros en ella para ayudar a cumplir Su visión en ese lugar. Cuando lo hacemos así, estamos viviendo como hijos, y debido a que somos hijos, la misma unción que está en ese lugar fluye a través de nosotros y Dios cumple nuestros sueños en el camino.
Por otro lado, Dios nos colocó bajo la cobertura de un padre espiritual para servirle y fluir en sinergia con él, para cumplir la misión que Dios ha puesto en su corazón. En ocasiones, he escuchado a jóvenes decir: “En mi iglesia no me apoyan.” Esas son palabras de huérfano. Un huérfano espiritual busca lo suyo, no lo del reino. Dios no nos colocó en la iglesia para que esta cumpliera nuestra visión, nos puso a nosotros en ella para ayudar a cumplir Su visión en ese lugar. Cuando lo hacemos así, estamos viviendo como hijos, y debido a que somos hijos, la misma unción que está en ese lugar fluye a través de nosotros y Dios cumple nuestros sueños en el camino.
5- “No se haga mi voluntad, sino la tuya”
Lo mejor que podemos hacer es morir a nuestra voluntad y cedernos a la de Dios. Si estamos en la voluntad Suya, no hay nada que no podamos hacer. Somos imparables. Todo, para la gloria de nuestro Padre Celestial.
Lo mejor que podemos hacer es morir a nuestra voluntad y cedernos a la de Dios. Si estamos en la voluntad Suya, no hay nada que no podamos hacer. Somos imparables. Todo, para la gloria de nuestro Padre Celestial.
6- Celebra las pequeñas victorias
En muchas ocasiones estamos tan enfocados en el premio final, que no nos detenemos a celebrar las pequeñas victorias que recibimos antes de alcanzar ese sueño. Amigos, tenemos que celebrar las “pequeñas” victorias al igual que las grandes. Si no lo hacemos, corremos el peligro de cansarnos de tanto luchar por nuestras metas, o de no percatarnos de que la mano de Dios se está moviendo en nuestras vidas. Eso fue lo que hicimos el domingo que “Fuera de Tinieblas” se presentó en televisión; celebrar esa victoria. Quizás aún no he llegado, ni al tobillo, del sueño que Dios puso en mi corazón, pero me he propuesto a celebrar cada victoria que encuentro en mi camino, dándole la gloria a mi Padre Celestial. Le invito a que haga lo mismo.
Me gustaría abundar mucho más en estos temas, pero ya tengo que ir terminando.
Hasta la próxima semana.
///Julito
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