Joel Hernández // BUENAS NUEVAS
Vocalista Grupo Puerto de Milagros
En ocasiones los días pueden pasar bien rápidos, fáciles y hasta divertidos. Podemos jugar con nuestros hijos, pasear por el parque, correr bicicleta, ver una película entre muchas cosas más. Pero en otros días nos podemos encontrar con diferentes situaciones difíciles que se pueden reflejar en nuestra vida como una muralla. Cuando hablamos de muros, lo primero que nos viene a la mente es como lo voy a derribar o a escalar.
Si nos transportamos a la palabra nos podemos identificar en esos días con las murallas de Jericó. La ciudad estaba bien fortificada y sus murallas eran las más altas y fuertes. Para la mente humana la ciudad era inconquistable y muy poderosa. A nosotros nos pueden llegar pruebas que se pueden parecer a esas murallas y podemos pensar en que no podremos con el problema. Dios les dio unas ordenes al pueblo que tenían que llevar a cabo. Les dijo que debían rodear la ciudad, los sacerdotes tenían que tocar las bocinas, dar 7 vueltas y al finalizar el pueblo tenía que gritar. Para la mente humana parecía descabellado hacer esó, pero las murallas se derribaron y la ciudad fue conquistada por la obediencia del pueblo.
Nuestros problemas se pueden interponer entre nosotros y Dios. Si queremos conquistar y tomar posesión de los que Dios nos ha entregado, debemos saber que los muros deben derrumbarse. La duda, el negativismo, el pesimismo, la incredulidad, el conformismo, el pecado son varias de las razones que no nos permiten poder derribar las murallas. En este momento identifica que deseas conquistar, puede ser una casa propia, un auto, un empleo, mejor sueldo, ministerios entre muchas cosas. Pon la confianza en que Dios puede con tú problema, solo tienes que alabarle y confiar en Él.
En este momento, vamos a conquistar lo que nos pertenece. CREÉLO.
Hasta la próxima.
Joel Hernández
Grupo Puerto de Milagros