26 de julio de 2012

EL PODER DE UNA BUENA INTERPRETACIÓN

Sean Penn
Julio Román//BUENAS NUEVAS 
Director y guionista de cine 
Ayer tuve la oportunidad de volver a ver la película “I Am Sam”, protagonizada por Sean Penn y Michelle Pfeiffer. A pesar de que fue estrenada en el 2001, la película presenta un tema que siempre está vigente: la paternidad.


Esta película es reconocida por ser la primera que realizó Dakota Fanning. En aquel tiempo era solo una niña, pero ya mostraba los rasgos de la tremenda actriz en la que se convertiría. Sin embargo, lo que continúa maravillándome es la excelente actuación de Sean Penn.

Penn interpreta a Sam, un hombre con autismo que enfrenta el reto, no solo de criar a su hija por sí solo, sino también de luchar por la custodia de la misma cuando el Estado determina que él no es capaz de ser un padre “eficiente”, debido a su condición.

Una gran interpretación

Interpretar creíblemente a una persona con cualquier tipo de limitación, no es fácil. Penn logra realizar una transformación impresionante, y a la misma vez brindar una interpretación honesta.

Esto me llevó a reflexionar en los actores y lo difícil que es su trabajo. La mayoría de las personas desconocen la cantidad de técnicas, esfuerzos físicos, esfuerzos mentales, y emocionales que están detrás de cada interpretación. A eso se añade el hecho de que las películas se filman fuera de orden.

Es decir, un día puede estarse filmando una escena en un interior, y la escena siguiente filmarse semanas después. En ese caso el actor tiene que mantener la consistencia de su interpretación, manteniendo la intensidad emocional del momento anterior. Cuando el espectador ve la película tiene que sentir que está viendo un momento continuo.

A eso le sumamos las indicaciones del director. Al igual que en el teatro, la relación entre el director y el actor es una de las más importantes. Esta es una colaboración que tendrá como resultado la interpretación final que vemos en pantalla.

El actor tiene que ser capaz de crear un personaje, pero también modificar su interpretación, utilizando como referencia las instrucciones del director. El director no le dirá al actor cómo hacer su trabajo, pero sí utilizará el talento, habilidades, y conocimientos del actor para guiarlo a la interpretación que mejor funcione para la historia que están contando. Sin embargo, esto es un proceso creativo y hay que respetarlo como tal.

Muchos directores tienen una pequeña película en su mente y tratan de llevar al actor a que imite la actuación que ellos ven en su pequeña película; ignorando por completo la contribución del actor. Esto no debe ser así. El director TIENE que estar completamente preparado, conocer su historia como nadie, y a la misma vez mantener un espacio creativo para probar alternativas que quizás nunca contempló realizar.

Es por eso que es imperante que los directores conozcamos las distintas técnicas de actuación, y estilos de trabajo utilizados por los actores. De esta manera, podremos “hablar el mismo idioma” que ellos, y ser más eficientes en nuestra colaboración.

Aquí les dejo dos videos de Sean Penn. Uno de ellos interpretando a Sam, y el otro es de la película “Mystic River”, del director Clint Eastwood. Cuando los vea, tenga en mente que tanto el personaje de “I Am Sam” como el de “Mystic River” son interpretados por la misma persona, aunque parezca increíble. 




I am sam official trailer



Mystic River - Movie Trailer



Hasta la próxima semana,
///Julito

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