Pastora Luz Esther Cádiz// BUENAS NUEVAS
“Tengo llamado misionero y ahora, ¿qué hago?”… es la pregunta de muchos que responden al llamado de Dios a las misiones mundiales. Ese precisamente es el tema de un seminario que ofrecemos para orientar personas en su llamado misionero. Bienvenido una vez más a tu sección “Conociendo de Misiones”. Hoy continuamos con la serie enfocada en aquellos que están respondiendo al llamado misionero transcultural. Por varias semanas seguiremos compartiendo este tema. TÚ Y LAS MISIONES – Ya respondiste al Señor y dijiste “Heme aquí, Señor, envíame a mí”. Ese es el paso urgente, tu respuesta. Comenzaste a prepararte y ya compartiste tus inquietudes con tu pastor o pastora y también has desarrollado hábitos de orar por las naciones en tu vida devocional. También te has estado preparando en Biblia y en cursos de misiones. De igual forma, te has preparado y has adquirido experiencia en tu área profesional o en el oficio que practicas. Has decidido poner tus capacidades y talentos a la disposición del Reino para la extensión del evangelio. ¿Qué otros pasos debes dar en tu preparación hacia el campo?
Prepárate en el servicio. ¿En qué áreas de ministerio en la iglesia estás sirviendo? ¿Cuáles son tus dones? Puedes servir como maestro de clases bíblicas, o como parte de la directiva de jóvenes, damas o caballeros. Puedes servir como ujier, diácono o anciano. Ser parte del ministerio de adoración o de misiones. ¿Cuán fiel eres a tu iglesia, con qué frecuencia asistes y te involucras? Ser un ministro es ser un servidor. Aprendemos a servir sirviendo. Alguien dijo: “El que no sirve, no sirve”. Yo acostumbro a decir: “El que no sirve, le enseñamos a servir”. Si estás respondiendo a un llamado misionero, no puedes enfocarte solo en prepararte para salir y dejar la iglesia a un lado. Por el contrario, tu compromiso e involucramiento en el servicio de la iglesia es mayor. No puedes ser misionero a menos que la iglesia te envíe. Un misionero no es alguien que se va al campo, es alguien que es enviado al campo. Es la iglesia quien valida, endosa y da fe de tu llamado. Es la iglesia la responsable de enviarte bajo la unción del Espíritu Santo.
Por otro lado, ¿cuan preparada está la iglesia para enviarte? ¿Tiene la iglesia una política misionera escrita? ¿Tiene establecido un proceso para evaluar y guiar al candidato potencial hacia el destino que Dios ha trazado para esa persona? ¿Tiene un ministerio o departamento de misiones organizado? Debes conocer cuán preparada está la iglesia y ayudarla a prepararse. Enviar un misionero es mucho más que asignarle una ofrenda mensual y orar por él de vez en cuando. “Enviarlos no es dejarlos ir, es ir con ellos”. Eso significa que la iglesia se compromete a proveer cobertura espiritual, apoyo moral, apoyo económico justo y cuidado al misionero mientras está en el campo. También le provee cuidado y apoyo al regresar del campo, lo cual es un choque cultural más fuerte que el que tuvo al llegar al país donde sirvió. Necesitas involucrar a la iglesia en tu proceso. Al salir como misionero, eres la extensión del ministerio de tu iglesia local.
NOTICIAS – El pasado domingo 10 de junio la Iglesia Monte Sión en Guaynabo celebró el Culto de Unción y Comisión de su primera misionera, la hermana Milagros Rosado. Fue comisionada para ejercer de lleno su ministerio misionero. En su caso, ella es la directora de candidatos en AMIES-WEC. Así como Bernabé fue clave en la vida y crecimiento del apóstol Pablo, así también la vida de Milagros es clave con en la vida de nuestros candidatos potenciales. Darles orientación, mentoría, animarles en momentos difíciles y guiarles en su proceso al campo; son elementos clave en su preparación. Felicitamos a Milagros y más aún, a la Iglesia Monte Sión de las Asambleas de Dios por ser sensibles y respaldar a Milagros en su llamado.
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