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@BuenasNuevasPR
Ayer que fui a hacer un encargo al centro comercial, noté que la mayoría de las tiendas tenían descuentos de hasta un 70%; toda una tentación, pero afortunadamente pude sobrevivir y salí sin haber comprado nada más de los presupuestado.
Pero yo sé que es realmente difícil mantener en orden las finanzas personales, porque la mercadotecnia y la publicidad nos atacan por doquier, siempre hay una camisita en oferta, un cafecito, un postre, una revista, desde luego el salón de belleza y el pago de la tarjeta de celular etc.
La clave del éxito de las finanzas personales es tan sencilla como “no gastar más de lo que se gana”. Pero en la práctica es un poco difícil.
Por eso es necesario tener la disciplina de hacer un presupuesto y apegarse a él de forma estricta. Yo les recomiendo dos tipos de presupuesto, uno anual, que es más bien una planificación financiera donde incluyan el costo de proyectos de largo plazo, tales como compras grandes, pagos obligatorios y un plan de ahorro. En segundo lugar, un presupuesto mensual de seguimiento que se rige bajo lo definido en el presupuesto anual. Este último nos sirve para ir controlando el dinero que generalmente nos entra en forma mensual.
¿Qué partidas debes poner en el presupuesto?
Te puedo recomendar una estructura parecida general, pero que incluye la mayoría de las necesidades económicas mensuales. No sálo es importante la partida, sino el orden en que se aparta el dinero, así que:
Donación:
En primer lugar hay que apartar una cantidad de dinero destinada a bendecir a otros. Siembre es mejor dar que recibir. En este apartado puedes colocar el diezmo y la ofrenda.
Ahorro:
En segundo lugar, págate a ti mismo. El ahorro te sirve para tener un fondo de emergencia, así como para hacer compras planificadas sin incurrir en deudas. Por ejemplo, si estás planificando para comprar una computadora, divides lo que piensas que vale, entre el lapso de tiempo en que piensas comprarla y allí tienes lo que debes ahorrar en forma mensual. Es importante apartar el ahorro antes que pagar las obligaciones, porque si lo haces al revés, muy probablemente no quedará nada para el ahorro.
Obligaciones:
En este apartado incluimos las cuentas corrientes, como teléfono, agua, vivienda, educación, etc., así como las deudas.
Otros gastos:
Debes presupuestar lo que destinarás en forma mensual al supermercado, ropa, transporte, diversión, etc. Es importante ser estricto en este punto, porque te puedes exceder en alguno de los apartados y desbalancearte.
Esta es una idea de presupuesto sencilla, que no contempla casos de alto endeudamiento, que es otro tema que estudiaremos otro día, cómo consolidar y salir de las deudas.
Un consejo, se muy cuidadoso con tu amiga de plástico, la tarjeta de crédito, si tienes problemas para controlarla, te aconsejo que te limites a comprar en efectivo hasta que desarrolles una disciplina adecuada de uso de la tarjeta de crédito.
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