Gaby Alicea // Buenas Nuevas
@GabyAliceaMusic
¿Cuándo me puse viejo? Eso llegó como un terremoto, sin avisar. Un día desperté y boom, ¡SOY VIEJO! Lo peor de todo es que yo fui el último en enterarme. Todos lo sabían y yo, como un tonto, ajeno a eso, creyéndome joven; vestía como joven, actuaba como joven, hablaba como joven y hasta cosas de jóvenes hacía. Hasta que me enteré, ¡y de qué manera!
¿Cuándo me puse viejo? Eso llegó como un terremoto, sin avisar. Un día desperté y boom, ¡SOY VIEJO! Lo peor de todo es que yo fui el último en enterarme. Todos lo sabían y yo, como un tonto, ajeno a eso, creyéndome joven; vestía como joven, actuaba como joven, hablaba como joven y hasta cosas de jóvenes hacía. Hasta que me enteré, ¡y de qué manera!
Un día de esos en el que me creía joven, decido ir al gym, todo parecía normal, jamás imaginé que ese hermoso día comenzaría la desgracia más grande de mi vida. Todo iba bien, hasta que se acerca un joven como de 21 años y mirándome muy emocionado me pregunta: ¿Usted es Gaby Alicea? Yo le respondo con una sonrisa: ¡Sí! Entonces, me dice: “Hace rato que lo estoy mirando y pensaba, ¡a ese señor yo lo conozco!” Después que escuché la palabra señor no recuerdo nada más, permaneció en mi mente por mucho tiempo y cuando recuperé la conciencia ya estaba en casa. Le digo a mi esposa: “Puedes creer que un muchacho en el Gym me dijo Señor”. Ella muy sorprendida me respondió con esta pregunta: “¿A caso no lo eres?”
¿Por qué llega el momento en el que todos te lo restriegan en la cara?
¿Por qué llega el momento en el que todos te lo restriegan en la cara?
Corrí desesperadamente al espejo del baño, a ver qué es lo que todos ven que yo no veo. Abrí mis ojos bien grandes y miré fijamente cada espacio de mi rostro, lo que descubrí me dejó sin aliento. Encontré 24 canas en el lado derecho de mi barba, 36 al lado izquierdo y 14 en el bigote. Rápidamente pensé, “Problema resuelto, me afeito la barba y ya…” Recuperé mi ánimo y decidí ir a la cancha a jugar un poco de baloncesto. Todo marchaba bien, me sentía fenomenal, hasta que llegó el momento de escoger los jugadores y uno de ellos dice: “Yo quiero a George” El otro: “Y yo a Julito”. Así siguieron , como si yo no existiera, ni me miraban. Llegó el momento de escoger al último jugador, ¿y qué creen? ¡NO ME ESCOGIERON! ¿Por qué, por qué, por qué? Eso me preguntaba. Luego ocurrió algo inesperado, uno de los jugadores no se sentía bien y tuvo que salir. Entonces llegó mi momento de gloria, se escuchó una voz muy fuerte que retumbó en toda la cancha, diciendo: “Pues que entre a jugar el Doncito”. ¿Cómo ehhhh? Esta fue la gota que colmó la copa. Pues para que vean que aún soy joven, me enchisme y me fui para casa. Ah, y se quedaron sin jugar, porque la bola era mía.
¡Qué difícil se nos hace reconocer y aceptar las diferentes etapas de nuestra vida! Creo que si identificamos en qué etapa de vida estamos podremos evitar muchas frustraciones y problemas. Te invito a que hagas un análisis de tu vida, quién eres, donde estás y por qué. Te invito a que te sumerjas en la palabra de Dios y encuentres qué piensa Él de ti.
“Hay un tiempo para todo”. Eclesiastés 3
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¡Qué difícil se nos hace reconocer y aceptar las diferentes etapas de nuestra vida! Creo que si identificamos en qué etapa de vida estamos podremos evitar muchas frustraciones y problemas. Te invito a que hagas un análisis de tu vida, quién eres, donde estás y por qué. Te invito a que te sumerjas en la palabra de Dios y encuentres qué piensa Él de ti.
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