El profeta Isaías y el performance art

Alma Villegas // Buenas Nuevas

@dralmavillegas
Uno de mis objetivos es descubrir los tesoros artísticos que hay en la Biblia. El arte viene de Dios y esto incluye, entre otros, el teatro, la música, la danza, las artes visuales y hasta el performance art.

Hay artistas, que utilizan su arte con el propósito de entretener y hay otros, tal vez un poco más atrevidos, que desean utilizar las artes para promover sus creencias políticas, provocar y hasta ofender al público. Ellos buscan provocar una reacción en el mismo con el objetivo que éste pueda evaluar la situación socio-política, económica y cultural que confrontan. Y muchos de estos artistas se identifican con el género del performance art. Este difiere del teatro en que rechaza la estructura del mismo y tiene sus raíces en el arte experimental de finales del siglo 19 y principios del siglo 20. Y podríamos decir, que el mismo tomó auge en las décadas de los 60 y 70. Se caracteriza por ser un evento ‘en vivo’ que puede utilizar diferentes manifestaciones artísticas como la música, la poesía y las artes visuales.

La historiadora de arte RoseLee Goldberg, en su libro Performance: Live Art Since the 60s, escribe,

“Históricamente, el performance ha sido un medio que desafía y viola las fronteras entre las disciplinas y géneros, entre lo público y lo privado, y entre la vida diaria y el arte, y que no sigue ninguna regla.”

Recientemente estuve leyendo una serie de artículos sobre diferentes performances, entre ellos, el realizado por Han Bing. En el mismo Han caminaba sujetando con una correa un repollo chino con el propósito de provocar el debate y el pensamiento crítico. Por el contrario, la artista suiza Milo Moiré caminó desnuda por una galería con el propósito de analizar la confrontación directa del público con el arte del desnudo.

Estos artículos me hicieron recordar a los profetas del Antiguo Testamento, en especial al profeta Isaías. En Isaías 20: 2-4 nos dice: “en aquel tiempo habló Jehová por medio de Isaías hijo de Amoz, diciendo: Ve y quita el cilicio de tus lomos, y descalza las sandalias de tus pies. Y lo hizo así, andando desnudo y descalzo. Y dijo Jehová: De la manera que anduvo mi siervo Isaías desnudo y descalzo tres años, por señal y pronóstico sobre Egipto y sobre Etiopía, así llevará el rey de Asiria a los cautivos de Egipto y los deportados de Etiopía, a jóvenes y a ancianos, desnudos y descalzos, y descubiertas las nalgas para vergüenza de Egipto.” Sin duda este acto profético de Isaías tiene los elementos del performance art y esto en el siglo 8 antes de Cristo. O sea, lo que se ha considerado como un movimiento artístico vanguardista en el arte contemporáneo, Dios lo utilizó con los profetas del Antiguo Testamento. Con la diferencia, de que es un performance no solo atrevido sino profético que deja corto al género del performance art contemporáneo. Lo que debe motivarnos a buscar la inspiración divina para nuestro arte en Dios y en Su Palabra. Porque recuerda que “cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han entrado al corazón del hombre, son las cosas que Dios ha preparado para los que le aman,” (1 Corintios. 2:9).