Redacción // Buenas Nuevas
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Veinticuatro horas al día, siete días a la semana, miles de cristianos se reúnen en una esquina del noreste de China provocando un avivamiento de oración sin precedentes.
En el 2000, Ha Bining y su marido Feng Kai, tuvo un sueño de convertir un pedazo de tierra en la esquina del noreste de China en un lugar de oración. Lo que empezó como una pequeña reunión hace seis años se ha convertido en una iniciativa de oración en todo el país uniendo cientos de iglesias chinas.
“Mis lágrimas cayeron como la lluvia y comenzamos a orar, Dios nos dio la visión para ayudar a las iglesias a través de China, juntos por 24 horas de oración sin parar por nuestro país y el mundo.” Nueve años más tarde con la construcción de la propiedad casi completa, la pareja envió invitaciones a amigos y pastores para la reunión de oración.
“No sabíamos que aparecería o cuántos. Yo estaba orando para que al menos la gente de siete iglesias apareciera. Para mi sorpresa 70 iglesias se unieron ese día”, dijo Bining. Ese día la gloria de Dios descendió de manera especial y un creyente orando dijo: “La gloria de esta casa será mayor que la primera. Que puedas ganar más hijos de vuelta. Que este lugar será una nueva lámpara que ilumine China y el mundo.”
“Fue totalmente más allá de nuestras expectativas.” El centro de oración comenzó en junio del 2009 y desde entonces, 617 iglesias de toda China se han inscrito para orar 24 horas del día. “Estos intercesores saben que Dios está haciendo algo especial en China. Y ellos están orando de esa manera para que el avivamiento sea total”, narraron.
