ENFRENTANDO GIGANTES 4
director y guionista de cine
El egoísmo. Uno de los peores gigantes que va a encontrar en el camino de sus sueños. La razón: Muchas veces ni siquiera nos percatamos de que estamos siendo egoístas.
Cuando permitimos ser derrotados por este gigante, comenzamos a pensar que el mundo gira alrededor de nosotros y nuestros sueños. Hasta se crea cierta actitud de posesividad y desafío. Pensamos que no hay nada más importante que lo que nosotros estamos haciendo. Queremos que nos sirvan. Y que todo se haga como nosotros queremos que se haga.
Cuando tenemos esta actitud, se nos olvida el verdadero propósito de TODOS nuestros sueños. Servirle a Dios y servirles a las personas. Nuestros sueños no se tratan de nosotros, se tratan de ser bendición a otras personas.
¿Cómo vencemos el egoísmo?
Primero, tenemos que entender que ya Jesús nos dio la victoria. El egoísmo es una actitud negativa, una deficiencia de carácter que tenemos que corregir. Así que debemos comenzar con cedernos al Espíritu Santo y permitirle trabajar en nuestro corazón.
Cuando permitimos ser derrotados por este gigante, comenzamos a pensar que el mundo gira alrededor de nosotros y nuestros sueños. Hasta se crea cierta actitud de posesividad y desafío. Pensamos que no hay nada más importante que lo que nosotros estamos haciendo. Queremos que nos sirvan. Y que todo se haga como nosotros queremos que se haga.
Cuando tenemos esta actitud, se nos olvida el verdadero propósito de TODOS nuestros sueños. Servirle a Dios y servirles a las personas. Nuestros sueños no se tratan de nosotros, se tratan de ser bendición a otras personas.
¿Cómo vencemos el egoísmo?
Primero, tenemos que entender que ya Jesús nos dio la victoria. El egoísmo es una actitud negativa, una deficiencia de carácter que tenemos que corregir. Así que debemos comenzar con cedernos al Espíritu Santo y permitirle trabajar en nuestro corazón.
Muchas personas están demasiado sumergidas en sus sueños; siempre pensando en lo que la iglesia puede hacer por ellos. En lugar de eso, enfóquese en cómo usted puede usar sus talentos para colaborar en el cumplimiento del sueño de Dios para su iglesia.
No solo en su iglesia, también en su familia. ¿Cómo puede colaborar con sus familiares para que puedan vivir sus sueños? Hágase la misma pregunta con sus hermanos de la iglesia, su comunidad, sus amigos, su trabajo y su país. Luego, comience a servirles.
¿Cuál es el secreto?
Cuando colabora con otros para que alcancen sus metas, en el proceso, alcanzará las suyas. Cuando suple las necesidades de otros, la sonrisa en sus labios permanecerá. Así vivimos nuestros sueños. Sirviendo. Ahí está el gozo. Ahí están las verdaderas expresiones de amor. Enfóquese en servir y se sorprenderá de lo que ocurrirá en su vida.
Hasta la próxima semana,
///Julito
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