LA COMODIDAD
Julio Román// BUENAS NUEVAS
director y guionista de cine
Como le compartí la semana pasada, hoy comenzaré a hablarle acerca de cinco gigantes que tendrá que vencer mientras persigue sus sueños. No importa en qué etapa de su sueño usted está, en algún momento se enfrentará a uno o varios de estos gigantes. Mi intención era compartirlos todos en un solo “blog”, pero cuando comencé a desarrollar el material, me percaté que era necesario compartirlos por separado con el fin de comunicarlos de una manera más útil para usted.
Así que hoy compartiré el primero de ellos:
LA COMODIDAD
Hay muchas personas que no entienden el valor de los pequeños comienzos. Tienen sueños grandes (lo cual está muy bien), pero esperan a que las circunstancias sean las perfectas para comenzar a vivir esos sueños.
Este gigante siempre trata de engañarnos, diciéndonos que no tenemos lo que se necesita para lograrlo; que tenemos que esperar un poco más de tiempo hasta que nuestra situación sea la “perfecta”; y que no nos arriesguemos, porque es posible que fracasemos.
En otras ocasiones, este gigante cambia su táctica, y trata de convencernos de que es más “seguro” mantenernos quietos. Sin hacer absolutamente nada. Es decir, busca que nos quedemos donde estamos. No se confunda, por favor. Hay momentos en que el Señor nos dirige a la quietud, pero eso es muy diferente a la pasividad que este gigante quiere que tengamos sobre nosotros.
Cuando Dios nos llama a estar quietos, NO es que nos quedamos sin hacer nada. En ese momento de quietud, nos mantenemos en oración, estudio de la Palabra y firmeza en la fe. Es un momento de preparación, un momento de quietud natural, pero de mucha acción espiritual.
¿Cómo vencemos al gigante de la comodidad?
Al gigante de la comodidad lo vencemos dando los pasos que tenemos que dar para vivir el sueño que Dios puso en nuestro corazón, según Él nos dirige; sin dejarnos intimidar por las circunstancias que nos rodean. Comenzamos con el primer paso, sin importar cuan pequeño sea. Nunca menosprecie los pequeños comienzos.
Cuando comencé a perseguir mis sueños (Y aún en ocasiones llega el mismo pensamiento), pensaba “Ya deseo alcanzar mi sueño.” Pero con el tiempo he aprendido algo,
No es alcanzar mi sueño, es vivir mi sueño.
En otras palabras, desde el momento en que perseguimos las metas de Dios para nuestra vida, estamos viviendo el sueño. Estamos en alguna etapa de ese sueño. Quizás es la etapa de concepción del sueño, quizás es la planificación, quizás son los primeros pasos, quizás ya ha alcanzado ciertas metas, quizás es expansión, quizás es preparación, etc. Todo es parte del sueño. No es la meta final, pero sin esas otras etapas, nunca cruzaríamos la línea de meta.
Algo que he decidido, es disfrutar cada etapa del sueño. Porque, a menos que estemos en desobediencia, el lugar donde estamos con relación a nuestro sueño es donde Dios desea que estemos en este momento; pero no es para quedarnos en este lugar. Debemos movernos hacia adelante, guiados por El.
No es el destino, es el camino
Si quiere vencer al gigante de la comodidad, tiene que estar claro en que el punto no es el destino final, sino el camino; lo importante es en quién usted se convierte a lo largo de ese camino. La realidad es que cuando alcanzamos nuestro sueño, nace otro más grande. Así que debemos disfrutarnos el camino.
Dé el próximo paso. Propóngase a usted mismo a, todos los días, hacer algo específico (el próximo paso) que lo dirija a alcanzar sus metas. De esta manera estará viviendo su sueño todos los días, venciendo la comodidad. Y nunca olvide: Jesús ya nos dio la victoria.
La próxima semana enfrentaremos otro gigante.
Nos vemos pronto,
LA COMODIDAD
Hay muchas personas que no entienden el valor de los pequeños comienzos. Tienen sueños grandes (lo cual está muy bien), pero esperan a que las circunstancias sean las perfectas para comenzar a vivir esos sueños.
Este gigante siempre trata de engañarnos, diciéndonos que no tenemos lo que se necesita para lograrlo; que tenemos que esperar un poco más de tiempo hasta que nuestra situación sea la “perfecta”; y que no nos arriesguemos, porque es posible que fracasemos.
En otras ocasiones, este gigante cambia su táctica, y trata de convencernos de que es más “seguro” mantenernos quietos. Sin hacer absolutamente nada. Es decir, busca que nos quedemos donde estamos. No se confunda, por favor. Hay momentos en que el Señor nos dirige a la quietud, pero eso es muy diferente a la pasividad que este gigante quiere que tengamos sobre nosotros.
Cuando Dios nos llama a estar quietos, NO es que nos quedamos sin hacer nada. En ese momento de quietud, nos mantenemos en oración, estudio de la Palabra y firmeza en la fe. Es un momento de preparación, un momento de quietud natural, pero de mucha acción espiritual.
¿Cómo vencemos al gigante de la comodidad?
Al gigante de la comodidad lo vencemos dando los pasos que tenemos que dar para vivir el sueño que Dios puso en nuestro corazón, según Él nos dirige; sin dejarnos intimidar por las circunstancias que nos rodean. Comenzamos con el primer paso, sin importar cuan pequeño sea. Nunca menosprecie los pequeños comienzos.
Cuando comencé a perseguir mis sueños (Y aún en ocasiones llega el mismo pensamiento), pensaba “Ya deseo alcanzar mi sueño.” Pero con el tiempo he aprendido algo,
No es alcanzar mi sueño, es vivir mi sueño.
En otras palabras, desde el momento en que perseguimos las metas de Dios para nuestra vida, estamos viviendo el sueño. Estamos en alguna etapa de ese sueño. Quizás es la etapa de concepción del sueño, quizás es la planificación, quizás son los primeros pasos, quizás ya ha alcanzado ciertas metas, quizás es expansión, quizás es preparación, etc. Todo es parte del sueño. No es la meta final, pero sin esas otras etapas, nunca cruzaríamos la línea de meta.
Algo que he decidido, es disfrutar cada etapa del sueño. Porque, a menos que estemos en desobediencia, el lugar donde estamos con relación a nuestro sueño es donde Dios desea que estemos en este momento; pero no es para quedarnos en este lugar. Debemos movernos hacia adelante, guiados por El.
No es el destino, es el camino
Si quiere vencer al gigante de la comodidad, tiene que estar claro en que el punto no es el destino final, sino el camino; lo importante es en quién usted se convierte a lo largo de ese camino. La realidad es que cuando alcanzamos nuestro sueño, nace otro más grande. Así que debemos disfrutarnos el camino.
Dé el próximo paso. Propóngase a usted mismo a, todos los días, hacer algo específico (el próximo paso) que lo dirija a alcanzar sus metas. De esta manera estará viviendo su sueño todos los días, venciendo la comodidad. Y nunca olvide: Jesús ya nos dio la victoria.
La próxima semana enfrentaremos otro gigante.
Nos vemos pronto,
///Julito
BUENAS NUEVAS es una publicación enfocada en presentar las buenas noticias en Puerto Rico, y el extranjero. Además de equipar al pueblo con su verdadera identidad eterna. Si desea compartirnos lo que harán en su comunidad o iglesia, tiene alguna petición etc. escríbanos a redaccion@buenasnuevaspr.com. Le invitamos a que nos comparta sus comentarios.
Julio Román es un escritor, director y productor enfocado en realizar proyectos que llevan un mensaje de amor y esperanza a la sociedad. Por medio de su empresa Prophesy Films, Julio persigue su sueño de causar una transformación social, utilizando la Palabra de Dios a través de los medios de comunicación. Si desea conocer más acerca de sus proyectos, puede acceder awww.facebook.com/julitoroman.
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