@ErikaMichael12
Hace unos años atrás tuve la posibilidad de cumplir uno de mis sueños: viajar a España. Estaban ofreciendo unas becas en la universidad donde estudiaba para poder hacer un intercambio en la universidad de Toledo. A pesar de mi miedo a los aviones, decidí hacer todos los trámites para poder participar. Mi madre me apoyaba en esta aventura, recuerdo que me dijo: “aunque sea difícil, lucha por tus sueños”.
Pasaron algunos meses mientras esperaba una respuesta definitiva de la universidad. Durante ese tiempo, mi iglesia comenzaba un proceso de mucha oración y búsqueda de Dios. No es que nunca lo hiciéramos, pero habíamos pasado por momentos muy difíciles (como muchas otras congregaciones), y habíamos sido llamados a ese tiempo de intimidad con Dios. Días después a que comenzáramos este tiempo en nuestra iglesia, me escribieron para decirme que me aprobaban la beca para irme a España a culminar mis estudios como trabajadora social, pero que tendría que irme en ese mismo mes.
No pude responder ese mensaje con la rapidez que quise porque de pronto sentí en mi corazón una convicción que me dejaba saber que no era el tiempo para irme. Dios nos habla de diferentes formas, pero yo sabía que en esta ocasión, Él quería decirme algo importante. Yo tenía el sueño de irme a estudiar a España desde hace mucho tiempo atrás. Pero en ese momento, no fue mi miedo a los aviones (que estaba decidida a enfrentar), fue algo mayor lo que me hizo detenerme y entre lágrimas decir: “Dios, tú me importas mucho más”.
Hasta el día de hoy mucha gente me pregunta la razón por la que no me fui. Algunos otros se burlan de lo “tonta” que fui. Yo no entendía bien, pero sabía que Dios tenía un plan. Sé que algún día iré a España, pero sé que ese no era el momento adecuado por dos razones fundamentales:
- No estaba emocionalmente lista para hacerlo.
- Dios me necesitaba en Puerto Rico.
Y es aquí donde la gente me cuestiona. Siempre le he pedido a Dios que yo pueda estar donde Él necesite que yo esté. La Biblia dice en el libro de Isaías (55:8) que nuestros pensamientos y nuestros caminos no son como los pensamientos y los caminos de Dios. Entonces nos preguntamos si al servir a Dios, automáticamente, se convertirán todos nuestros deseos en un sí de parte de Dios. Y se nos hace fácil pedirle a Dios como si fuera el Genio de la Lámpara Mágica, y tuviera que darnos todo lo que queremos.
Ahora yo puedo entender que ir a España durante ese año hubiera alejado mis pasos de los planes que Dios tenía. Yo no estaba preparada para enfrentar ese cambio de vida y permanecer fiel a mi amor por Jesús.
Comprendí que Dios me necesitaba en Puerto Rico porque soy líder. Junto a mi madre y mi hermana levantamos una iglesia que recientemente cumplió 11 años de ser fundada. Sí, comencé a liderar junto a mi madre a la edad de 17 años. Si mi iglesia estaba pasando por un momento difícil, mi lugar no era lejos de mi iglesia, sino junto a ella. Luchando con ella y orando junto a ella.
Muchos jóvenes me preguntan cómo saber cuál es la voluntad de Dios para sus vidas. Yo suelo decirles: “es aquella que se opone a tu voluntad, pero para la cual has sido capacitado.”
Que Dios no siempre nos dé lo que pedimos es muy saludable para nosotros. No siempre estaremos preparados para recibir lo que pedimos o queremos (sea lo que sea), en otras ocasiones, Dios nos necesitará en otro lugar.
Desde mi perspectiva, yo decidí no ir a España.
Desde la perspectiva de Dios, Él guió mis pasos para sus planes.
En realidad, es Él quien está esperando que nosotros digamos que sí a lo que ha soñado para nosotros.
Al final, la respuesta de Dios romperá nuestros esquemas y nuestras ideas; te aseguro que nos sorprenderá.
Al no irme a España, comencé a escribir para concentrar mi mente en algo que me gusta hacer. Se me ocurrió hacer un blog, a la gente le gustó el contenido, me invitaron a participar en un blog para Colombia, tocamos la vida de miles de jóvenes a través de las redes sociales, Buenas Nuevas nos invitó a participar en su blog para jóvenes, y recientemente escribí un libro que será publicado este mismo año.
Si me hubiera ido a España, hubiera estudiado en una de las mejores universidades del mundo. Pero no, Dios me necesitaba en Puerto Rico viviendo, luchando, soñando y capacitándome para poder hablar a otros jóvenes sobre hacer su voluntad y desarrollar relaciones saludables.
No seas sabio en tu propia opinión. Proverbios 3:7
Oración: Dios, ayúdame a tomar decisiones que me acerquen a los planes que tienes para mi vida. Dirige mis pasos cuando quiera correr a hacia mis propias ideas, y corrígeme cuando vaya por el camino incorrecto. Reconozco que tus planes son aún mejor que mis sueños. Te amo, Jesús. Amén
P.D. España, ¡espero verte pronto!
@ErikaMichael12
Construyendo relaciones saludables.
© 2014, Joven Cada Día
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